Iron Sky y el crowdfunding

Julia Dietze, Christopher Kirby, Götz Otto, Peta Sergeant, Stephanie Paul

Julia Dietze, Christopher Kirby, Götz Otto, Peta Sergeant, Stephanie Paul

Iron Sky es una delirante película que narra como varios científicos nazis, antes de terminar la Segunda Guerra Mundial, lanzan un cohete al lado oscuro de la luna. Allí establecen una base que les permite recomponerse, y planear una invasión que suponga el IV Reich.

Ante un argumento tan loco, Timo Vuorensola, director y actor finlandés que debuta tras las cámaras con este largometraje tan particular, parece no apostar por ningún género en concreto, mezclando ciencia ficción, comedia y acción a partes iguales. El resultado es una película que por supuesto no puede ser tomada en serio, pero cuyo potencial cómico parece desperdiciado (al menos no exprimido al máximo).

Hay ideas realmente buenas en estos 93 minutos de película. Hay momentos brillantes, inteligentes y polémicos. El final es un buen ejemplo de ello.

Sin embargo, la sensación predominante a lo largo del metraje es la de estar observando algo tonto y simplón. En parte porque esos instantes geniales llegan rodeados de otros que no lo son en absoluto.

Tilo Prückner

Tilo Prückner

Porque si algo define a este filme es su bipolaridad. Al no decidirse por un tono concreto, la parodia se mezcla de forma indisoluble con el cine más serio y la espectacularidad de algunas escenas no deja de tener un cierto aire de serie b.

Cuando a mitad de metraje, tras una de la mejores escenas de la película, el director parece haberse decidido finalmente por la sátira política, todo se acelera y comienza una serie de secuencias de acción que suponen los peores minutos del filme. Iron Sky únicamente retomará el vuelo en los últimos compases.

Por lo comentado hasta ahora pienso que la labor de dirección de Timo Vuorensola ha sido un tanto torpe. Pero de la misma forma, debo decir que la puesta en escena y la ambientación son magníficas. Más si cabe, teniendo en cuenta el escaso presupuesto con el que se contaba (7,5 millones de euros para una película de estas características no es mucho).

Llevar a cabo una producción así en un país como Finlandia es algo realmente difícil. Se consiguieron algo más de 6 millones de euros por la vía de financiación tradicional; productoras de cine y otras empresas interesadas en invertir. El proyecto tenía un precedente, la serie online Star Wreck (una parodia de Star Treck que tuvo bastante éxito en internet), dirigida también por Timo Vuorensola.

El resto, casi un millón de euros, se lograron a través del crowdfunding, un nuevo sistema de financiación muy ligado a la red. Este consiste básicamente en donaciones de los internautas. Crowdfunding es en su significado más amplio financiación en masa. Muchas personas que aportan cada uno una cantidad de dinero muy pequeña.

A cambio, el equipo de producción de Iron Sky ofrecía a sus colaboradores/inversores una serie de retribuciones más bien simbólicas o ciertos objetos de merchandising.

Esto, a su vez, ha servido a la película como campaña de marketing, pues muchos medios han sido los que se han hecho eco de su manera de proceder. Tampoco hay que olvidar que en este proceso se ha conseguido fidelizar a un gran número de usuarios, que además de aportar dinero han creado un vínculo casi personal con el proyecto (se sienten parte de él, han participado en él).

Calificación4
4

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Arturo G. Maiso

Viajero y cinéfilo. Director de Marketing en una plataforma de financiación participativa, CEO de AGM Comunicación Multimedia y director de El Cine en la Sombra.

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