Películas para comprender el mercado laboral

Ahora, que estamos saliendo de la crisis y tenemos ante nosotros un sinfín de empleos de calidad, es un buen momento para analizar los valores sobre los que se construye nuestro mercado laboral. Para ello, he seleccionado una serie de películas que presentan el prometedor futuro que tenemos por delante.


1. Glengarry Glen Ross (James Foley, 1992)

Si hoy revisáramos el libreto de Glengarry Glen Ross, la obra escrita por David Mamet, probablemente acabaríamos muy cerca de Cheap Thrills, de E.L. Katz. El grado de desesperación humana se ha incrementado de forma proporcional a la agresividad del sistema. Tanto en el filme de Foley como en el de Katz, un grupo de hombres llegan hasta el límite por conseguir dinero, aceptando un truculento juego planeado por el poseedor de la riqueza. Rendirse no es una opción cuando la necesidad y la avaricia (a la que hoy se le llama ambición profesional) se fusionan en una única realidad. En ese momento, nuestro compañero desaparece y se convierte en competencia. El entorno es un espacio de oportunidades donde cualquier método es aceptado siempre que lo puedas justificar con un aumento de tu capital.


2. Muerte de un viajante (Volker Schlöndorff, 1985)

El trabajador autónomo: ser tu propio jefe y alcanzar el sueño americano. Ese es el objetivo de Willy Loman, un vendedor que tiene el poder para ser independiente y progresar todo lo que él quiera. Hay un pequeño punto negativo, si no consigue vender o sufre cualquier clase de contratiempo, su familia se acabará endeudando y muriendo de hambre. Volker Schlöndorff adaptó la extraordinaria obra de Arthur Miller con Dustin Hoffman y John Malkovich en los papeles protagonistas. Un relato que reaparece cada día en nuestras calles, allí donde un orgulloso trabajador se da cuenta de que muerto vale más que vivo.


3. Dos días, una noche (Jean-Pierre y Luc Dardenne, 2014)

La avaricia de los poderosos es la causante de la opresión, pero es la falta de unión entre los oprimidos lo que permite que se perpetúe en el tiempo. Dos días, una noche gira en torno a Sandra, trabajadora de una empresa de paneles solares que, tras una depresión, ha conseguido reincorporarse a su puesto. Sin embargo, el director ha descubierto que sin ella y con alguna hora extra más puede producir lo mismo. Así que propone a los empleados una sádica votación para decidir entre quedarse con su paga extra o que Sandra mantenga su empleo. Las coacciones del jefe de sección provocan que en la primera votación solo dos personas acepten perder parte de su sueldo, pero se consigue que haya una nueva elección. Con ayuda de su marido, Sandra tendrá que convencer uno a uno a sus compañeros, muchos de ellos contagiados por el virus de la competitividad y otros en situaciones de absoluta precariedad.

El retrato de esta pequeña muestra de personas (que también podríamos encontrar de modo muy similar en Smoking Room, de J.D. Wallovits y Roger Gual) es en realidad una visión global de la situación social, política y económica de nuestro tiempo. En la que los trabajadores, en vez de unirse y demostrar que son más y mejores que los codiciosos líderes que les dirigen, se dividen en una lucha sin piedad por vender su vida cada vez más barata.


4. The Belko Experiment (Greg McLean, 2016)

A veces es necesario despedir. El mercado es así. Pero no nos quejemos del mercado, sin él no tendríamos tantos centros comerciales. ¿Qué pondríamos en su lugar? ¿Bibliotecas? ¡Qué locura! Por eso, cuando no hay más remedio que ajustar un poquito la plantilla podemos acudir a una idea maravillosa de ERE que se les ocurrió a James Gunn y Greg McLean (Wolf creek). Se les colocan unos chips diminutos a los trabajadores de toda índole en su cerebro, utilizando como excusa su propia seguridad. Un día les revelamos que dichos dispositivos van a explotar en unas horas y que, para evitarlo, al final de la jornada es necesario que la mitad de los empleados hayan sido liquidados por la otra mitad. En este punto hay dos reglas muy sencillas: los jefes y aquellos que se unan a ellos tendrán las armas, debido a que conocen su ubicación y carecen de escrúpulos, y los que mantengan valores o cualquier tipo de cariño hacia sus semejantes no irán ese día a cenar a casa.


5. La huelga (Sergei M. Eisenstein, 1925)

Si por alguna extraña razón estos relatos no les convencen del esperanzador futuro laboral que, gracias a las políticas neoliberales de Occidente, se ha establecido en nuestro mundo, es el momento de aunar el mensaje de todas ellas y acudir a La huelga, la obra maestra de Eisenstein, donde quizá encuentren la fuerza que necesita nuestro país para ser libre.

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Miguel Suárez

Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, articulista en diversos medios y autor de ensayos sobre cine y filosofía. También ha escrito y dirigido cortometrajes y producido piezas de videocreación. Actualmente coordina el Festival Internacional de Cine Fantástico HOA y programa la muestra 'Cine del Este' que se desarrolla en Pamplona.

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