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Diferencia entre realidad y ficción
La siguiente pregunta tiene truco: ¿cuál es la diferencia entre realidad y ficción?
La RAE dice que la realidad se trata de la existencia real y efectiva de algo, la verdad, lo que ocurre verdaderamente. En cuanto a la palabra ficción, nos dice que es la acción y efecto de fingir. Vemos que la diferencia está bastante clara, pero esta diferenciación entra en conflicto cuando delante de la misma plantamos la palabra cine. Cine de ficción, cine realista, cine de no ficción, cine documental… ¿cuál es la diferencia entre todos ellos?
El cine como mezcla de realidad y ficción

Si tenemos en cuenta que todas estas etiquetas pretenden tratar un tipo de creación cinematográfica diferente, su distinción quedaría muy clara. Pero son precisamente las fisuras que se entremezclan entre ellas las que permiten que dichas etiquetas no acaben de ser círculos herméticos.
A modo de metáfora, el cine es como un piano. El piano es el instrumento que permite percibir mayor tesitura y extensión de sonidos para el ser humano. El cine, así mismo, permite aglutinar la mayor variedad de herramientas para construir un mensaje. Esto la diferencia de otras artes como la literatura, que solo usa papel y lápiz, o la pintura, que solo usa lienzo y pincel.
Pero al igual que el oído no es capaz de percibir todos los sonidos, el humano no puede percibir como interesante la mera realidad, y el cine se encarga de mezclar las herramientas convenientes y necesarias para que el espectador interprete y disfrute. Ningún documento fílmico proviene de la captación continua e inmediata de la realidad. A través de esta es casi imposible que llegue a darse un mensaje que interese al espectador.
Desde que los hermanos Lumiere colocaron una cámara delante de la estación de tren, se ha venido cuestionando todo esto. El resultado audiovisual proviene siempre de una mediación que se plantea y organiza siempre en términos de ficción. Los documentales se supone que captan la realidad, pero no son más que ficción porque hasta los magníficos documentales de Rodríguez de la Fuente podrían tener más trucos, técnicas de montaje, de guion y artificio que una película de Tarantino.
De modo que la realidad y la ficción serían como dos aliados que siempre van de la mano pero que de vez en cuando se debaten entre quién de las dos es más fuerte. Sin duda, la ficción no puede vivir sin la realidad y la realidad siempre necesita una dosis de ficción. El cine se fabrica con fragmentos de la realidad y todas las realizaciones cinematográficas son de ficción por el proceso que llevan tras de sí.
¿Entonces qué? Cine de ficción, cine documental, cine de no ficción, cine realista… La vida está llena de etiquetas, sin ellas nos perderíamos. Y el cine no iba a ser menos. Pero siempre a algunos nos quedan ganas de sacarle tres pies al gato.
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Ejemplos de buenas películas que juegan con realidad y ficción
13Boyhood (2014), de Richard Linklater
Esta película sigue la vida de un niño desde la infancia hasta la adultez, filmada durante 12 años con el mismo elenco. Aunque el desarrollo del personaje principal y su entorno es ficción, el proceso de rodaje y el crecimiento real de los actores añade un elemento de realidad único.
12Birdman (2014), de Alejandro G. Iñárritu
En esta película, un actor intenta revivir su carrera montando una obra de teatro en Broadway. La película se presenta como una sola toma continua, fusionando la línea entre la representación teatral y la realidad del personaje, interpretado por Michael Keaton, quien tiene una historia similar en su vida real.
11El congreso (The Congress, 2013), de Ari Folman
Esta obra mezcla animación y acción en vivo para contar la historia de una actriz que vende su imagen digital a un estudio. La película explora los límites de la identidad y la percepción, difuminando la línea entre lo real y lo virtual. A medida que la trama avanza, la protagonista se sumerge en un mundo animado donde las reglas de la realidad física ya no aplican, cuestionando constantemente la naturaleza de su existencia y la autenticidad de sus experiencias. Este enfoque permite a Folman abordar temas complejos sobre la naturaleza de la realidad en un mundo cada vez más digitalizado, creando una narrativa en la que lo ficticio y lo real se entrelazan de manera inseparable.
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10J.C.V.D. (2008), de Mabrouk El Mechri
Se trata de una obra de semificción en la que el belga Jean-Claude Van Damme ironiza sobre su vida y su carrera cinematográfica, convirtiéndose en un personaje real que se encuentra en una situación ficticia, con unas consecuencias ficticias.
9Carmina o revienta (2012), de Paco León
El propio Paco León dice que incluyó la frase “La vida es tan bonita que parece de verdad” porque hace referencia al juego que se hace en la película todo el tiempo, la relación entre realidad y ficción, entre la verdad y la mentira. Se trata de una película semificticia sobre su madre, interpretada por su madre.
8Borat (2006), de Larry Charles
Con formato de falso documental, narra cómo un supuesto reportero de Kazajistán viaja a Estados Unidos para rodar un documental sobre el país. Sin embargo, algunos de los personajes de la película son gente real que no sabían que aquello era una ficción.
7The Act of Killing (2012), de Joshua Oppenheimer
En este documental, antiguos líderes de escuadrones de la muerte indonesios recrean sus crímenes en diversos estilos cinematográficos. La recreación de estos eventos históricos con elementos de ficción proporciona una reflexión profunda sobre la memoria y la impunidad.
6Synecdoche, New York (2008), de Charlie Kaufman
Philip Seymour Hoffman interpreta a un director de teatro que crea una réplica a gran escala de Nueva York en un almacén para su nueva obra. La línea entre su vida real y la ficción de su obra se desdibuja cada vez más a lo largo de la película.
5Dogville (2003), de Lars von Trier
Este drama experimental utiliza un escenario minimalista para contar la historia de una mujer que busca refugio en un pequeño pueblo. La falta de decorados realistas y la narrativa en capítulos difuminan las fronteras entre la realidad del espectador y la ficción de la película.
4Zelig (1983), de Woody Allen
Woody Allen ha jugado en varias ocasiones con la realidad y la ficción: Zelig, Take the Money and Run o en menor medida The Purple Rose of Cairo.
3Fraude (F. for Fake, 1973), de Orson Welles
Orson Welles mezcla realidad y ficción en esta obra sobre el fraude y las falsificaciones. Se centra en la figura del falsificador Elmyr de Hory y su biógrafo Clifford Irving, autor también de la fraudulenta biografía de Howard Hughes. También narra cómo la carrera de Welles comenzó con la emisión radiofónica de una falsa invasión marciana: The War of the Worlds. No es exactamente un falso documental, pero muchos lo han catalogado como tal. En este subgénero recordamos otras películas como La verdadera historia del cine (Forgotten Silver, 1995), I’m Still Here (2010) o Exit Through the Gift Shop (2010).
2Trilogía de Koker (¿Dónde está la casa de mi amigo? (Khned-ye dust kojast?, 1987), Y la vida continúa (Zendegi va digar hich, 1992), A través de los olivos (Zir-e derakhtan-e zeytun, 1994)), de Abbas Kiarostami
¿Dónde está la casa de mi amigo?, Y la vida continúa y A través de los olivos son tres películas de Abbas Kiarostami rodadas con un concepto muy interesante. Cada una de ellas desmonta la ficción de la película anterior. Es decir, lo que en la primera película se muestra como una realidad, aparece como ficción al ver la segunda. Un ejercicio muy interesante.
1El sol del membrillo (1992), de Víctor Erice
De la mano de Víctor Erice, director de la película, seremos testigos del proceso de creación de un cuadro por parte de Antonio López. Nos adentramos por tanto en la vida del pintor español, pero también en la de Erice, que vuelve a transmitirnos muchas de las cuestiones que ya planteó en otras de sus películas. ¿Es ficción? ¿Es realidad?


