«Rec 3» comienza como una película hiperrealista, intentando representar un cuadro costumbrista de forma natural y cercana para el espectador. Su intención parece ser la de acercar la historia lo más posible al que la está viendo, como ya se hizo en la primera entrega de la saga. Ese edificio de pisos podría ser cualquiera, y esta boda que aparece en la tercera parte podría ser la tuya parece querer decir Paco Plaza, su director.
El objetivo se cumple correctamente. Además, durante esta parte del metraje nos introducen algunos antecedentes, algunas pistas para lo que sucederá más adelante.
La presentación de personajes también se realiza aquí, aunque no le interesa profundizar demasiado en ellos. Para lo que van a durar…
Seguí con interés estos primeros minutos, aunque eché en falta algún ingrediente más, tanto cómico como dramático.
Más adelante, el film muta, abandonando la cámara al hombro que había caracterizado a la franquicia, y se transforma en una película de zombies al uso, en la que sólo los golpes de humor continuos amenizan la sangrienta velada.
Los chistes son simples, ingenuos, pero muy efectivos, y se constituyen durante el transcurso de estas escenas en el motor que hace que la película funcione. Poco a poco la cosa nos va recordando más y más a Robert Rodríguez, a ese cine que combina terror, comedia, acción y frikismo.
Pero «Rec 3» vuelve a dar un giro, menos radical que el anterior eso sí, cuando el desenlace se acerca. Sin olvidar del todo el toque cómico, se centra en potenciar las emociones y el dramatismo, y es aquí a mi parecer donde la película consigue tocar al público y ascender en su calidad.
Técnicamente el film es magistral, no teniendo absolutamente nada que envidiar a los productos americanos. Visualmente está muy conseguida, siendo un enorme acierto a mi entender el uso predominante del blanco en muchas de las escenas. No debemos olvidarnos los elogios a los efectos de sonido, y a la música (nuevo aporte a la saga, pues las dos anteriores no contaban con banda sonora).
Los actores están muy bien, en especial Leticia Dolera. Muy natural en lo cotidiano, con mucha energía después.
En la dirección, Paco Plaza aprueba con nota, esta vez sin la colaboración de Jaume Balagueró, que hace funciones de productor.
Por todo ello, creo que aunque no me atrevería a afirmar que «Rec 3» es una buena película, sí diría que es una de las mejores propuestas que nos ha llegado en los últimos años dentro de su género.