Sí Ministro, Sí Primer Ministro (Serie, 1980-1987): una de las mejores sátiras políticas de siempre

No hay mejor antídoto de la realidad política que nos agobia, que un trago corto de éste ácido humor británico.

Soy de la opinión de que hacer una película de humor, no digamos ya un programa o una serie, es de las cosas más difíciles. Solo algunos grandes maestros como Billy Wilder han logrado dar con la clave del secreto. Ahora FILMIN nos ofrece en su catálogo la posibilidad de ver una de las grandes series de humor de todos los tiempos, un verdadero mito de la BBC como Sí, Ministro (1980-1984) y su continuación Sí, Primer Ministro (1986-1987), de las que vamos a hablar hoy.

Con una duración de 30 minutos o menos, con Sí, Ministro, sus creadores Antony Jay y Jonathan Lynn hicieron tres temporadas de siete episodios y añadieron, ante el éxito cosechado, un último episodio de una hora a la última temporada dos años más tarde. Ambos eran unos experimentados guionistas y directores habiendo trabajado tanto para series, como documentales y películas para la televisión y en el caso de Lynn también como actor, y pusieron toda su dilatada experiencia al servicio de una de las mejores sátiras políticas de todos los tiempos.

La trama gira en torno a un político que es elegido Ministro y se ve en medio de la burocracia que toda organización, ya sea política, empresarial, sindical o de cualquier tipo, se ve en la necesidad de desarrollar para llevar adelante su cometido. El primer día de trabajo conoce al que va a ser su Jefe de Gabinete, que le entrega la maleta roja que todos los ministros de La Corona tienen para llevar la documentación sobre los temas en los que trabajan. La serie se basa en el constante forcejeo entre la ilusión del Ministro, que honestamente quiere sacar adelante los temas por los que ha sido elegido y su muy experimentado Jefe de Gabinete que tratará de hacerle “comprender” que eso no siempre es lo mejor y a veces ni siquiera es conveniente.

Nada se queda fuera de su afilado ojo y siempre consigue que la veamos con una sonrisa en los labios cuando no con una carcajada, a veces amarga.

Resulta reveladora la explicación del nombre de la serie, que se descubre en el primer episodio. Un emocionado Ministro le ordena a su sibilino Jefe de Gabinete que ponga en marcha un proyecto que figura en su programa y como siempre éste le responde Sí, Ministro, aunque inmediatamente y con gran habilidad, intenta que cambie de opinión y le hace ver que sería mejor adoptar otra decisión más acorde con el desarrollo habitual de las cosas. Al terminar el episodio, un decepcionado Ministro le ordena a su astuto Jefe de Gabinete que haga precisamente lo que éste le sugirió desde el principio, a lo que el Jefe de Gabinete responde irónicamente: Sí, Ministro… Ése es el tono general de la serie que le permite ir desgranando a lo largo de los capítulos infinidad de temas y asuntos relacionados con la vida pública, las empresas, universidades, sanidad, educación, investigaciones, corrupciones, etc. Nada se queda fuera de su afilado ojo y siempre consigue que la veamos con una sonrisa en los labios cuando no con una carcajada, a veces amarga.

La interpretación corre a cargo de Paul Eddington en el papel del inexperto ministro y de Nigel Hawthorne en el del inquietante Jefe de Gabinete, buenos actores que dotan a sus personajes del tradicional buen hacer de la escuela británica. Multitud de actores habituales de la BBC hacen los innumerables personajes secundarios que dotan de solidez a la producción y que van poblando poco a poco los capítulos, que siempre terminan con el Jefe de Gabinete recibiendo la orden que quería y simulando que obedece su voluntad con un irónico Sí, Ministro.

El éxito de la serie hizo que la BBC se plantease una nueva serie continuación de la anterior basándose en el mismo planteamiento, pero en este caso eligen al protagonista como Primer Ministro, que sigue teniendo como Jefe de Gabinete al mismo funcionario. Así se rodó unos años más tarde Sí, Primer Ministro, compuesta por dos temporadas de ocho episodios cada una con idéntica duración de 30 minutos y los mismos personajes, ampliando los temas tratados y obteniendo similar éxito.

En definitiva, FILMIN nos ofrece la oportunidad de conocer o de volver a disfrutar, una de ésas joyas de la sátira política de la TV de todos los tiempos, una de las mejores comedias de humor inteligente que se pueden disfrutar actualmente. No hay mejor antídoto después de un duro día de la realidad política que nos agobia, que un trago corto de éste ácido humor británico, te alegra el día, o no.


Sinopsis Relata la historia del recientemente nombrado Ministro de Asuntos Administrativos, James Hacker, el maquinador Secretario Permanente del ministerio, Sir Humphrey Appleby, y el siempre respestuoso e irónico Secretario Personal, Bernard Woolley.
País Reino Unido
Creador Antony Jay, Jonathan Lynn
Dirección Peter Whitmore, Sydney Lotterby
Guion Antony Jay, Jonathan Lynn
Música Ronnie Hazlehurst
Reparto Paul Eddington, Nigel Hawthorne, Derek Fowlds, Diana Hoddinott, John Nettleton, Neil Fitzwiliam, Arthur Cox, John Savident
Género Serie Comedia
Duración 30 min.
Año 1980 – 1987
Título original Yes Minister
Plataforma Filmin

Calificación10
10

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Chusé Inazio Felices

Fundador en su juventud, en la Zaragoza de los años 80 junto a otros apasionados del cine, de la Cooperativa Cinezeta, con la cual dio sus primeros pasos en el mundo del Súper 8, ha mantenido siempre un profundo interés por el mundo cinematográfico que, entre otras cosas, se ha puesto de manifiesto en sus escritos para la prensa a través de sus colaboraciones para El Siete de Aragón creando la sección Cuadernos desde el Guadarrama y posteriormente, en la publicación de su libro Aragón desde el Guadarrama (1993), en el que podemos leer artículos como Mujeres, Guiones y Cintas de Video o Aragoneses de Cine, donde da muestra de su cinefilia. Partidario de la máxima de su compatriota Baltasar Gracián, siempre se ha propuesto escribir críticas breves pero concisas y rigurosas a tono con los tiempos que vivimos y la falta de tiempo que nos abruma. Interesado por un cine diferente, ya sea de otros países o culturas, el anime y por supuesto el cine negro y el clásico.

1 comment

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  1. Carmen Gascón 20 septiembre, 2019 at 23:40 Responder

    Gracias por la crítica…Y por sugerir series que ayudan a entender irónicamente las influencias de los asesores políticos.
    Breve e intensa cada frase. Gracias.

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