«Todo en The Florida Project está genialmente narrado, para que los espectadores vayamos siendo capturados por la desesperación de esta mujer sin que nos demos cuenta de ello»
Me va a resultar difícil hablar de esta película sin caer en la tentación de ser moralista, pero, si mucho me apuran, es la única manera de enfrentarse a lo que la pantalla nos muestra. Así que allá voy. Trata The Florida Project de un drama costumbrista. Si, ya sé, me estoy quedando corto, porque todo lo que se diga de esta película es quedarse corto. Hay que verla y dejarse azotar. Aunque todo empieza sin que haya nada que nos haga presagiar lo que luego va a ir viniendo. Ahí vemos la vida que transcurre en un vecindario que es, más bien, una pequeña urbanización: con el portero (Willem Dafoe), la administración, los ires y venires, el trasiego entre vecinos, las relaciones entre unos y otros, los problemas, las tensiones, los servicios sociales y lo que cada cual debe hacer para sobrevivir. De entre los personajes, lo más de lo más son los niños. Y de entre estos niños, quien más nos va a robar el corazón es la niña protagonista. Una niña que es hija de una mujer joven. Ambas van ocupando el lugar central de nuestra atención. Se trata de una madre, prostituta y multitarea, que trata de sobrevivir a su propia adolescencia, con una hija: ambas son igualmente inmaduras. Y cuando digo inmaduras es para evitar caer en la moralina. En realidad, The Florida Project quizá no sea tanto la historia concreta de unas personas, sino el retrato de una sociedad perpetuamente adolescente e irresponsable. Insisto en que no quiero caer en lo moralesco, pero es que la cosa va de un retrato que no puede ser otro que moral. Porque moral es lo que el director, Sean Baker, nos propone, aunque se guarda muy mucho de ser él el moralista, pues para eso nos transfiere semejante trabajo a los espectadores.
¿Se acuerdan de una película llamada El declive del Imperio Americano? Pues bien, podríamos poner a ambas como referentes de una comunidad de personas que viven en un declive de valores. Aunque en el caso de The Florida Project, además, nos vamos a encontrar con un ejercicio de inmersión en las interioridades de una mujer a la que le resulta imposible madurar. La madre de la criatura, sensacional la actriz que la encarna, Bria Vinaite, podría ser un reflejo de la cultura yankee, aunque el director se guarda muy mucho de llevarnos a moralizar sobre el país. Esta cultura, consistente en ir pasando de un estímulo a otro, de una promesa a otra, se fagocita a sí misma hasta extremos inimaginables. Y la prueba la tenemos en lo que cuenta la película: un proceso degenerativo que va dejando al espectador cada vez con menos piedad. O, si lo prefieren, con la compasión en suspensión, lo cual resulta realmente desafiante. Sin embargo, podemos hacer el ejercicio de no dejarnos atrapar por la obvia moralidad que surca progresivamente a lo largo de la historia, y dejarnos transportar al abismo con sordina. Y es este el mérito y el talento de la película: no hay crímenes ni asesinatos. Lo que hay es mucha cotidianidad, es decir, una forma de narrar en la que lo que va ocurriendo sucede poco a poco. Lo cual es así hasta cierto punto, justo en el momento en el que ya vemos que a la madre protagonista se le ve el nivel de desesperanza con toda su crudeza.
Todo en The Florida Project está genialmente narrado, para que los espectadores vayamos siendo capturados por la desesperación de esta mujer sin que nos demos cuenta de ello. Pero, atención, esta desesperación no está reconocida por la protagonista, quien actúa entre el cinismo, la despreocupación y el desparpajo. Ahí está la grandeza de la narración, pues nos va llevando a su terreno sin avisarnos o, cuanto menos, sin que nos pongamos en guardia. Mientras veía la película me preguntaba cómo se desenlazará semejante drama, y más siendo explicado con sordina. Pues bien, el final de la película es de una genialidad que desarma a cualquiera.
Todo en esta película es una obra de arte de principio a fin. Es buena la historia, el ritmo, el desenlace (que no lo es tal, pero como si lo fuera), la actuación, el guión, la dirección. Atención, pues, a Brooklyn Prince, la niña, a Bria Vinaite, la madre, a Willem Dafoe, el portero del vecindario. Y también, por supuesto, al director, Sean Baker, que también es co-guionista. Ah, y los secundarios, por supuesto.
Sinopsis Una niña de 6 años y sus amigos pasan el verano en un pequeño motel muy próximo a Disneyworld, mientras sus padres y el resto de adultos que les rodean sufren aun los efectos de la crisis.
País Estados Unidos
Dirección Sean Baker
Guion Sean Baker, Chris Bergoch
Fotografía Alexis Zabé
Reparto Willem Dafoe, Brooklynn Prince, Bria Vinaite, Caleb Landry Jones, Mela Murder, Valeria Cotto, Christopher Rivera, Macon Blair, Sandy Kane, Karren Karagulian, Lauren O’Quinn, Giovanni Rodriguez, Carl Bradfield, Betty Jeune, Cecilia Quinan, Andrew Romano, Samantha Parisi, Gary B. Gross
Género Drama
Duración 115 min.
Título Original The Florida Project
Estreno 09/02/2018