Tenía ganas de hacer esta lista que he titulado «buenas películas con malas críticas». Es, más que nada, una recopilación de injusticias critico-cinematográficas. Intentaré ser más preciso: es una recopilación de lo que yo considero injusticias critico-cinematográficas. Porque, lo cierto aquí es que la mayoría de espectadores y críticos no están de acuerdo conmigo. Es decir, la mayoría no tiene en alta estima a las películas que mencionaré a continuación. Y es esta, precisamente, la injusticia de la que hablo. Pero también es lo bonito de todo esto.
Una vez que sabemos, más o menos, qué es esta lista, vamos a ver lo que NO es. Esta lista de «buenas películas con malas críticas» NO es una lista de películas malas que a mi me gustan. Una lista así sería más sencilla de redactar. Pero menos interesante. ¿De qué serviría a los lectores saber con que películas malas he disfrutado? No. Considero que las películas de esta lista tienen suficientes elementos de interés como para resultar relevantes. Es decir, considero que son buenas películas que, por una u otra razón, no han sido percibidas así por una parte importante de público y crítica.
Vale, acepto desde ya que no son obras maestras. Al menos, no todas. No apuntemos tan alto. Pero sí me gustaría reivindicarlas y, si pudiera ser, abrir un debate sobre su valor cinematográfico. Creo que un buen número de ellas han sido percibidas como intrascendentes o superficiales, aunque contienen en su interior, creo, hallazgos (narrativos, temáticos, filosóficos o estilísticos) importantes.
Al final del artículo podéis votar que películas de esta lista recomendarías. Por supuesto, si se os ocurre alguna más, no dudéis en dejar un comentario.
La cura del bienestar (2017) de Gore Verbinski
«La única cura posible para ‘A Cure for Wellness’ habría sido que el maestro del terror Val Lewton hubiera salido de su tumba para recortarla y dejarla en no más de 79 minutos». Todd McCarthy, The Hollywood Reporter.
Su duración, de 146 minutos, no es habitual para una película de terror con aires de serie B. Esto la penalizó mucho.
Sin embargo, creo que Gore Verbinski tiene un talento gigantesco. La cura del bienestar tiene una atmósfera inquietante y visualmente es atractiva. El argumento es del todo delirante, pero no creo que esto sea ni involuntario ni necesariamente malo.
The Neon Demon (2016) de Nicolas Winding Refn
«Un monumental extravío que tiene al menos la virtud de ir a peor con una constancia digna de estudio. El guión somete a Fanning a todo tipo de estupideces hasta que llega a una segunda parte donde el bochorno es general». Oti Rodríguez Marchante, Diario ABC.
Propuesta radical, arriesgadísima, perversa. ¿De verdad alguien piensa que el mensaje de un director tan formalista como Refn es «la belleza es mala»? Espero que no, pero creo que sí. Mucha gente ha pensado esto. En mi opinión, Refn no hace una crítica a la belleza en The Neon Demon. Sino a quienes la pervierten. Refn insiste en su importancia. Muestra como la ligamos a la ambición, el sexo y la muerte. Y como es natural entregarnos a ella.
Creative Control (2015) de Benjamin Dickinson
«Acumula todos los tics de una modulación hipster del cine de género. Cuando Dickerson, protagonista, coguionista y director del filme, piensa en lo kubrickiano, lo que le sale es lo seudokubrickiano.» Jordi Costa, Diario El País.
Cineastas del nivel de Kubrick hay muy pocos y, por lo tanto, no me parece un adjetivo muy esclarecedor decir que Creative Control es seudokubrickiana. Yo mismo podría decir perfectamente que es una película seudokubrickiana notable y no me estaría contradiciendo. Y sí, es cierto, la película tiene ciertos manierismos del cine independiente y del movimiento hipster, si se quiere utilizar esta palabra, lo que no la convierte automáticamente en una película desechable.
21 noches con Pattie (2015) de Arnaud Larrieu y Jean-Marie Larrieu
«Demasiado larga, es cierto que a la película se le acaba el chiste y no queda muy claro qué quiere contar, pero hay un canto a la libertad interesante, un espíritu juguetón y provocativo.» Juan Sardá, Diario El Mundo.
Se trata de una película divertida y extraña, sobre la que caben diversas interpretaciones. Tuve la oportunidad de verla junto a dos conocidos en el Festival de San Sebastián del 2015. Cada uno de nosotros había entendido una cosa completamente diferente, y a todos nos había resultado una película interesante.
Tusk (2014) de Kevin Smith
«Hay una buena película de terror dentro de ‘Tusk’, pero sólo dura 20 minutos. El resto es sólo relleno». Kyle Smith, New York Post.
Defender que Tusk es una buena película no es fácil debido a su aspecto arcaico y un tanto descuidado, como lo son por otra parte todas las películas de Kevin Smith (a excepción quizá de Persiguiendo a Amy). Quede claro que, aunque no considero a Kevin Smith un buen director, sí creo que compone películas apreciables e intento no dejar de ver ninguna de ellas. Tusk es una de ellas. Su premisa es una locura, y su mezcla de comedia y terror se sitúa siempre sobre el alambre de lo ridículo. Sin embargo, la película despliega un ingenio y una audacia que la hace ser muy disfrutable.
The Rover (2014) de David Michôd
«Un ejercicio lóbrego y absurdo de pretencioso existencialismo». Rex Reed, The New York Observer.
El caso de The Rover es diferente. Si bien puedo entender que las películas mencionadas anteriormente no gusten a un amplio sector de la crítica, me cuesta más mostrarme comprensivo en este caso. Se le achaca un ritmo excesivamente pausado, cuando creo que esta es una de sus enormes virtudes.
Wrong Cops (2013) de Quentin Dupieux
«Una imitación de ‘Loca Academia de Policía’/’Reno 911’ que resulta monstruosamente aburrida, dirigida con los suficientes auto-guiños como para resultar a la vez insípida y pretenciosa.» Scott Foundas, Variety.
Entiendo perfectamente que hay personas a las que no les guste esta película. Incluso, que les cree rechazo. Pero comparar Wrong Cops con Loca Academia de Policía me parece de una simpleza bastante profunda, pues más haya de compartir una premisa similar, me cuesta imaginar dos películas más distantes.
Wrong Cops se trata de una comedia negrísima y muy surrealista, con aspiraciones a película de culto y el sello de su director marcado en cada fotograma. Sobre todo, diferente.
Spring Breakers (2012) de Harmony Korine
«Demencial mezcla de cine negro y comedia adolescente descerebrada, sin pies ni cabeza. Lo peor no es que sea una película muy mala, que lo es, es que es una película que pone de muy mal humor.» Alberto Luchini, Diario El Mundo.
Con un estilo muy personal, Harmony Korine nos deja un trabajo que ha sido acusado de ser vacuo. Lo que está vacío es lo que describe, que no es otra cosa que nuestra actual cultura; sin valores, sin esperanza, sin sentido, pero aún así tremendamente atractiva.
Take This Waltz (2011) de Sarah Polley
«Una historia cursi y babosa de amor y adulterio. Te pone enfermo a los diez minutos y dura dos horas». Carlos Boyero, Diario El País.
No soy detractor de Carlos Boyero, el crítico más odiado y seguido de España. Suelo leerle. A veces estoy de acuerdo con él y a veces no. Expone sus opiniones de manera franca, aunque no es precisamente sutil. Donde dice «te pone enfermo», quizá debió poner «me pone enfermo».
Take This Waltz no cuenta nada nuevo, y el estilo con que rueda Sarah Polley es discutible. Pero la película posee fuerza y «te despierta el interés». A mitad de película, cuando Boyero ya debía de estar desesperado, yo me había olvidado de los lugares comunes y demás defectos, y me encontraba absorbido por una historia de desamor tan corriente como trágica.
Killer Joe (2011) de William Friedkin
«Una película sórdida y sin sentido acerca de gente sórdida y sin sentido. ‘Killer Joe’ nos recuerda que lo que hace Quentin Tarantino no es fácil». Kyle Smith, New York Post.
Es sórdida, aunque sí le encontré sentido a la película. Y eso que el director no está, ni mucho menos, interesado en explicarnos las razones de la maldad del personaje interpretado por un espectacular Matthew McConaughey.
Conocerás al hombre de tus sueños (2010) de Woody Allen
«Una comedia triste. En todos los sentidos de la palabra. Sin alma, sin una historia que contar, sin aliento. Allen se limita a dejar que los personajes circulen por sus obsesiones». Luis Martínez, Diario El Mundo.
Más que triste, la calificaría como una comedia ácida, negra en ocasiones. No hay cine sin conflicto. No hay comedia sin desgracia. Woody Allen se muestra bastante mordaz, aunque no abandona sus obsesiones: adulterio, divorcio, frustraciones laborales y perosnales, etc.
La fuente de la vida (2006) de Darren Aronofsky
«Un engendro. Consigue que me desenamore de Rachel Weisz». Carlos Boyero, Diario El Mundo.
Tan excesiva que a veces roza lo ridículo. Parece ser que, para muchos, sobrepasa esa línea. La fuente de la vida tiene todos los defectos y virtudes del cine de Aranofsky.
El camino de los ingleses (2006) de Antonio Banderas
«Una película arriesgada, personal, alejada de la narrativa tradicional y de los gustos de la mayoría. También es una película fallida, grandilocuente, falsamente poética, desequilibrada, lejana.» Javier Ocaña, Diario El País.
Javier Ocaña describe bastante bien esta película. Aunque creo que, en este caso, reparte mal el peso de los adjetivos.
Showgirls (1995) de Paul Verhoeven
«‘Showgirls’ es uno de esos bodrios hilarantes y delirantes que podrían ser enseñados en las escuelas de cine como ejemplo de Cómo No Hacer Una Película». Richard Corliss, Time.
Ganadora de 7 Premios Razzie (los llamados anti-Oscars), fue masacrada por crítica y público. Sin embargo, es una película con la energía del mejor Verhoeven y con todo su descaro.