«La película aporta una opinión interesante y bien construida, e independientemente de la condición política de cada uno, republicano o monárquico, azul o rojo, naranja o morado, El Rey nos invitará a reflexionar con ella»
Iluminada desde la tarima de los escenarios de teatro, viajando hasta el encuadre de una cámara de vídeo, llega El Rey, adaptación de la homónima obra de teatro dirigida por sus propios creadores, Alberto San Juan y Valentín Álvarez (profesor de la ECAM).
Esta ficción, definida como “ficción sobre la ignorancia”, pone en tela de juicio al emérito Juan Carlos I y al panorama histórico en el que se movió, iniciando como una graciosa y mordaz caricatura y finalizando como una dura sentencia: El Rey es una película que hará sentir incómoda a muchas personas.
A Juan Carlos I le visitan ciertos fantasmas del pasado (tales como Adolfo Suárez, Francisco Franco, Antonio Tejero, Felipe González, etcétera) y le invitan a rememorar determinados episodios de su historia, y al ser su historia, cabe recordar que se trata también de la historia de España.
La película es dura y despiadada con su protagonista, llegando a tocar todos y cada uno de los temas más polémicos que orbitan alrededor del anterior monarca español. Muchos la encontrarán cruel y exagerada; otros, sin embargo, justa e incluso benévola en ciertos puntos. Lo que está claro es que, lejos de sentirse ofendido o alentado por esta adaptación, el filme nos invitará a la reflexión sobre los sórdidos capítulos que España trata de dejar atrás, pero que, en cierto modo, todavía continúan vagando, como espíritu errante, por las calles de nuestras ciudades.
En esencia es una película sencilla, con un aire tenebroso y vacío, manteniendo la esencia del puro teatro y sintiendo su propia representación sobre una pantalla de cine. Las actuaciones dramáticas son excelentes, y las caricaturizaciones son magníficas.
El tono de la película sufre una lenta metamorfosis con el desarrollo del relato, como ya se comunicó anteriormente, desde la comedia hasta la tragedia.
La trama sigue un ritmo en perfecto in crescendo, llamando a rápidos momentos de silencio para que el espectador ponga en orden sus ideas – o las ideas suscitadas –, y transportándonos a un clímax final maravilloso que consigue mantener un nivel de tensión constante durante el último tramo.
El Rey, que se presentó en el 15 festival de Sevilla como una revolución permanente, reinó en dicho evento. Nunca había visto tanta gente ni en el estreno de Star Wars VII – al que me obligaron a asistir – ni en Vengadores III: Infinity War – al que yo obligué a gente a asistir –: las taquillas se hallaban atestadas de personas e incluso muchas se quedaron sin su entrada, y las salas estaban repletas de eminencias. Incluso muchos grandes de la academia acudieron a la cita para brindar su apoyo.
Esta es una película que levantará muchas ampollas, pero considero que hay que estar dispuesto a tratar las opiniones contrarias con respeto y asertividad, siempre reflexionando y buscando la verdad a toda costa. La cinta aporta una opinión interesante y bien construida, e independientemente de la condición política de cada uno, republicano o monárquico, azul o rojo, naranja o morado, El Rey nos invitará a reflexionar con ella, y ya al final nosotros decidiremos que grado de locura tienen los creadores.
Sinopsis Adaptación al cine de la obra de teatro del propio Alberto San Juan.
País España
Dirección Alberto San Juan y Valentín Álvarez
Guion Alberto San Juan
Fotografía Valentín Álvarez
Reparto Luis Bermejo, Alberto San Juan, Guillermo Toledo
Género Comedia
Duración 84 min.
Título original El Rey