Una combinación entre sociólogo, psicólogo, historiador, mago, chamán, periodista y artista. Todo eso, y más, reside en la mente privilegiada de François Ozon.
Siguiendo la pista que François Ozon nos ha ido dejando a través de sus películas, llego a la conclusión de que, además de un gran cineasta, es un gran tramposo. Y ustedes dirán si ello no es una redundancia. Me refiero a que las películas que vemos en pantalla son fruto de una fantasía inicial, un pensamiento que alguien tuvo y trasladó a un guión, incluso cuando el tema se basa en hechos reales.
El cine (y la literatura) nos permite embutir en un par de horas asuntos que en la vida real requerirían de muchos años de observación para poder entender lo que quieren decir. El talento es ser capaz de explicar una historia compleja de tal manera que en dos horas todo el mundo pueda entenderla. Pero, claro, para iluminar la complejidad muchas veces es necesario alguna soldadura o algún apaño ingenioso que permita clarificar lo oscuro, limitar lo ilimitado, etcétera. La cuestión es que el apaño no se perciba. Lo que quiero decir con ello es que François sabe mucho de cine y, además de saber convertir una buena idea en algo mejor, también sabe, y mucho, de marketing.
En este caso, la historia de Gracias a Dios se basa en hechos acontecidos durante muchos años. Gira en torno a la pederastia. En concreto, se refiere a unos episodios acontecidos en la ultracatólica Lyon. Los protagonistas, las víctimas, son todos hombres. Y los perpetradores, también, pues son curas. Esos hombres fueron, en el momento de los hechos, niños. Por tanto, estamos hablando de una historia en la que estos hombres se alzan en pro de denunciar esos hechos. Es algo que vemos que se repite en la vida real con creciente frecuencia. François Ozon ha escogido un tema polémico, y no solo por el tema en sí, sino porque hay mucha sustancia dentro de la película.
A parte de las muchas excelencias de la película, me gustaría destacar la interpretación de Denis Menochet, todo un actorazo.
Gracias a Dios gira en torno al dolor que llevan incrustado los protagonistas, hombres maduros y padres de familia, desde que uno de ellos decide salir del armario y plantear una denuncia por abusos sufridos en su infancia. A partir de este hecho es que empiezan a sacudirse los cimientos de la propia vida. Se trata, por consiguiente, de limpiar todas aquellas experiencias a través de una catarsis. Y esta catarsis mueve, y no solo a los afectados en primera línea, sino a todo su ecosistema emocional y familiar.
Además, Gracias a Dios muestra otros detalles, intríngulis esenciales, que nos permitirán ver la cantidad de implicaciones que esta catarsis genera, tanto en los afectados como en sus familias, como, de una forma incisiva y directa, sobre el cura, ya mayor, y sobre sus colegas, incluyendo la alta jerarquía religiosa.
Gracias a Dios me ha hecho viajar en el tiempo, recordando otras películas sobre el abuso y la violencia a los niños. En concreto, la relativamente reciente Spotlight, pero también Las Hermanas de la Magdalena (una película memorable de Peter Mullan, del 2002, y que pueden visualizar en Filmin), o Los Niños de San Judas (de Aisling Walsh, del 2003). Sin embargo, es Gracias a Dios la que más abunda en detalles, poniendo ante nuestra vista el discurso interno de cada persona, y de cómo este discurso se entreteje con el entorno, con el pasado, con el presente, con las consecuencias futuras de tal catarsis, con la autoestima, con la crítica a la sociedad que permite el abuso, la violencia, etcétera. A parte de las muchas excelencias de la película, me gustaría destacar la interpretación de Denis Menochet, todo un actorazo.
En definitiva, François Ozon demuestra cómo es posible ligar la historia, la biografía, los hechos y los discursos internos de los protagonistas, y ofrecérnoslos cinematográficamente. Una combinación entre sociólogo, psicólogo, historiador, mago, chamán, periodista y artista. Todo eso, y más, reside en la mente privilegiada de François Ozon.
Sinopsis Alexandre vive en Lyon con su esposa e hijos. Por casualidad, se entera de que el sacerdote que abusó de él cuando era un boy scout sigue trabajando con niños.
País Francia
Dirección François Ozon
Guion François Ozon
Música Evgueni Galperine y Sacha Galperine
Fotografía Manuel Dacosse
Reparto Melvil Poupaud, Denis Menochet, Swann Arlaud, Eric Caravaca, François Marthouret, Bernard Verley, Josiane Balasko, Hélène Vincent, François Chattot
Género Drama
Duración 137 min.
Título original Grâce à Dieu
Estreno 18/04/2019