La chica en la niebla (2018), de Donato Carrisi – Crítica

«Sería toda una tentación comparar su obra escrita con su adaptación cinematográfica, tratar de determinar en qué terreno se desenvuelve mejor el autor de La chica en la niebla»

Con La chica en la niebla, el escritor Donato Carrisi se estrena como director adaptando su propia obra para la gran pantalla. No es la primera vez que el italiano entra en contacto con el medio audiovisual –pues ya había trabajado previamente como guionista de cine y televisión–, pero para el público general puede que su nombre resulte mucho más familiar por su fuerte presencia en las estanterías de best-sellers, junto a nombres como los de Stieg Larsson o Camila Läckberg.

Sería toda una tentación comparar su obra escrita con su adaptación cinematográfica, tratar de determinar en qué terreno se desenvuelve mejor el autor. Pero debemos intentar evitar los agravios comparativos entre dos artes que son complementarias, pero no dependientes. Con todo, es casi inevitable considerar las formas en que ambos medios trabajan para tratar de entender por qué lo que funciona por escrito puede fallar en el cine, y viceversa.

De entrada, podría parecer que la narrativa policíaca es un género privilegiado por las ventajas de su propia estructura; al plantear una cuestión tan elemental como la resolución de un qué y un cómo a través de la suspensión continuada de un misterio, el público es inmediatamente partícipe en la lectura, y difícilmente su interés decaerá hasta que se resuelvan sus propias teorías sobre la historia planteada. Ni siquiera es necesario trabajar con una historia especialmente original si la trama, la presentación formal (en definitiva, el mantenimiento del suspense) es lo suficientemente efectiva. Probablemente por estas características el género no suele sufrir grandes crisis en lo comercial, pero sí un prejuicio sobre la calidad estética de las obras. La chica en la niebla es una de esas obras de argumento sencillo y ampliamente explorado en la narrativa policíaca: una chica desaparece en un pequeño pueblo donde todos se conocen y nadie parece sospechoso, y un detective debe resolver el caso con polémicos métodos para conseguir su fin. Pero Carrisi introduce otras cuestiones que, especialmente en nuestros días (y muchos temas le resultarán cercanos al espectador), levantan un gran debate: la implicación de los medios de comunicación, los intentos de manipular la opinión pública o el funcionamiento de la psicología de masas ante el horror. Con estos añadidos morales, La chica en la niebla atrapa en su inicio por algo más que el ansia de desvelar un misterio.

Pero una vez concluyen los puntos más fuertes del metraje, Carrisi se topa con la primera trampa del género policíaco en su paso a la pantalla: el control del tiempo. La trama puede permitirse el lujo de ofrecer muchos detalles, mucha complejidad, cuando por escrito es el lector el que controla el tiempo de lectura. En cine, el tiempo es limitado y no lo marca el espectador, así que desde el planteamiento debe controlarse qué y cuánto puede explorarse en un tiempo medio de dos horas sin olvidar un cierto requerimiento estético. Y no es que La chica en la niebla carezca de esa virtud: es que su trama es lo suficientemente compleja como para que la película acabe volviéndose una esclava de ella, sin poder permitirse detenerse en otros detalles. Y cuanto más metraje debe destinarse a cumplir la función propia del género policíaco –desvelar la trama–, más irregular se vuelve. Donde aparecen atisbos de originalidad cinematográfica acaba asomando la recurrencia al cliché, el descuido por el ritmo narrativo y la falta de moraleja. Los méritos propios de la película (que los tiene) acaban devorados por el argumento y, lamentablemente, no parece haber ni tiempo ni urgencia de prestarles mayor atención.

Aunque el intento de Donato Carrisi no es, ni mucho menos, despreciable, La chica en la niebla promete más de lo que cumple, tal vez porque depende demasiado de ser una adaptación más que una interpretación audiovisual de un texto. La narrativa policíaca es privilegiada pero también tramposa. Y hay que tener un gran control para hacerla destacar. Sacrificar varios giros argumentales debe ser doloroso para un autor cuyo trabajo literario reside precisamente en la sorpresa. Pero si pensamos en los antecedentes cinematográficos… Bueno, digamos simplemente que a veces la sencillez permite mayor libertad creativa, y a veces se trata sólo de saber qué medio es más conveniente para el desarrollo de una idea.


Sinopsis Una chica de 16 años desaparecida en un pueblo de montaña. La nieve, la niebla, las luces. Las luces son las de las cámaras. Han llegado los medios de comunicación. Y todo ha cambiado.
País Italia
Dirección Donato Carrisi
Guion Donato Carrisi
Fotografía Federico Masiero
Reparto Toni Servillo, Alessio Boni, Lorenzo Richelmy, Jean Reno, Galatea Ranzi, Greta Scacchi, Michela Cescon, Lucrezia Guidone, Jacopo Olmo Antinori
Género Thriller
Duración 128 min.
Título original La ragazza nella nebbia
Estreno 25/05/2018

Calificación6
6

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