Madre (2019), de Rodrigo Sorogoyen – Crítica

Hay buenas ideas, pero todas se pierden en la inmensidad del océano sin concretar absolutamente nada.

No creo que haga falta presentar a Rodrigo Sorogoyen. En el 2018 pasó a ser uno de los directores más populares gracias a su película El Reino, aclamada con siete premios Goya (2018), incluyendo al mejor director, guion y autor. También fue premiada en los premios Forqué, Feroz y Platino. Anteriormente ya nos había demostrado su valía en cintas como Que Dios nos perdone (2016) y Stockholm (2013). Pero sobre todo, por un corto, Madre (2017) por el que fue nominado a los Oscars (2018) y se alzó como ganador en los premios Goya (2017) al mejor cortometraje. Sin duda, aquellos que lo han visto, estarán de acuerdo conmigo en que era intenso; transmitía sentimientos de angustia y desesperación, en los que se podía palpar el miedo de una madre. Hacía nacer del propio espectador el deseo de ayudar ante aquella situación, a sabiendas que todo estaba perdido.

Y de aquella idea se basa la película Madre, con la diferencia de que uno tenía 20 minutos de duración y la película dos horas. Y aquí reside el gran problema. Pero vayamos por partes.

Madre —la película— está interpretada por Marta Nieto, y no nos cabe duda de su gran valía como actriz. Así lo ha demostrado en films como El camino de los ingleses (2006), 8 citas (2008), De repente, noche (2018), Litus (2019) y en innumerables series televisivas. En la cinta que nos atañe, lleva todo el peso del guion, con una exquisita interpretación. La acompañan actores de la talla como Àlex Brendemühl (El silencio de la ciudad blanca, 2019)), Anne Consigny (Van Gogh, a las puertas de la eternidad, 2018), Frédéric Pierrot (Gracias a Dios, 2018), sin olvidar a Blanca Apilánez (Serie televisiva Sé quién eres, 2017) y Jules Porier (Marvin ou la belle education, 2017).

Pero hablemos del guion. El film empieza exactamente como el corto del 2017: una situación de angustia que desbordaba al propio espectador.

No logra sumergir a los espectadores en la situación de pérdida y, en pocas palabras, todo queda en agua de borrajas.

Elena (Marta Nieto) y su madre (Blanca Apilánez) llegan a casa. Su conversación informal es interrumpida por la llamada telefónica del hijo (de seis años) de Elena. Le informa que su padre (exmarido de Elena), con quien estaba de vacaciones en el País Vasco francés, lo ha dejado solo en una playa. Le cuenta que ha ido a la caravana a buscar una cosa y no ha vuelto. Y tiene miedo. Su madre, preocupada, le pregunta si hay alguien a su alrededor. No hay nadie. En realidad el niño no sabe si está en España o en Francia. A medida que pasa el tiempo, Elena descubre que su hijo esta quedándose sin batería. El niño está cada vez más asustado: hay un hombre orinando. Finalmente la llamada se corta. Elena llama a una amiga de su exmarido por si tiene alguna idea de la ruta que pensaba hacer. No tiene la menor idea. Llama a la policía para que rastreen la llamada pero, le contestan, que antes tiene que pasar por comisaría. Elena está asustada, rozando la histeria, y decide salir de casa en busca del niño.

Este es el principio de Madre, igual que el cortometraje filmado en 2017. Una maravilla.

Ahora han pasado diez años. Elena se ha mudado cerca de la costa donde perdió a su hijo para comenzar una nueva vida. No ha podido procesar la pérdida del niño. Por casualidad, entabla amistad con un chico francés (Jules Porier) de dieciséis años (la edad que tendría su hijo), y que, físicamente le recuerda a él.

Y no les voy a contar más. Hay buenas ideas, pero todas se pierden en la inmensidad del océano sin concretar absolutamente nada. Igual ocurre con las emociones: se rompen sin saber exactamente por qué. Aquel maravilloso principio, se diluye en el tiempo para pasar al olvido. El buen hacer de los actores logran salvar algunos muebles, pero no mucho más. El espectador que cruza semejante charco percibe, de inmediato, que no va haber un final satisfactorio. La cinta se vuelve lenta, con pasajes aburridos que no desembocan en ningún sitio. No logra sumergir a los espectadores en la situación de pérdida y, en pocas palabras, todo queda en agua de borrajas. Hay demasiados caminos por los que andar por la cuerda floja, tambalearse frente al abismo, pero ninguno es recorrido. Particularmente me ha dado la sensación que ha deseado hacer una película francesa, y no lo ha conseguido por falta de ambición. De todas formas, debemos felicitar a Rodrigo Sorogoyen por la audacia en la expansión, aunque haya sido totalmente confuso.

Deseo hacer un apunte. Antes de cada pase, algunas veces, se nos entregan críticas cinematográficas de diversos medios (aunque un servidor les hace caso omiso). Pues bien, según el periódico Hollywood Reporter, la revista Variety, y diversos medios como Cineuropa y Screendaily argumentan que es una película impresionante. Así que ustedes mismos. Vayan y juzguen.


Sinopsis Elena perdió a su hijo Iván, de seis años, en una playa de Francia. Ahora Elena vive en esa playa y está empezando a salir de ese oscuro túnel donde ha permanecido anclada todo este tiempo.
País España
Dirección Rodrigo Sorogoyen
Guion Rodrigo Sorogoyen, Isabel Peña
Música Olivier Arson
Fotografía Álex de Pablo
Reparto Marta Nieto, Àlex Brendemühl, Anne Consigny, Frédéric Pierrot, Jules Porier, Raúl Prieto, Álvaro Balas, Blanca Apilánez
Género Drama
Duración 129 min.
Título original Madre
Estreno 15/11/2019

Calificación4
4

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Josep Lluis Mestres

Josep Lluis Mestres, nacido en Barcelona (1960), ha sido director de la revista literaria Vians Literature, y sus narraciones, poemas y artículos han aparecido en distintas revistas especializadas. Es autor de variados libros de poesía y narraciones, y le han sido concedidos diversos premios literarios.

6 comments

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  1. María 12 noviembre, 2019 at 18:34 Responder

    la Josep. Contrariamente a lo que mucha gente cree, las versiones largas no tienen por qué ser mejores. Yo he leído un montón de novelas que, si le quitaba 50 páginas, eran perfectas. Una manía de hoy en día es hacer las cosas demasiado extensas como si fuera sinónimo de bueno.
    Hasta otra.

  2. Juan Carlos 13 noviembre, 2019 at 18:08 Responder

    Magnífica crítica constructiva. Es normal tener idea dispares, aunque no te fíes mucho, ya que muchas de esas revistillas trabajan para las mismas distribuidoras. Siempre dejan bien a las películas y, luego, el espectador paga el pato. Ya me entiendes. Sigue así.

  3. amadeo 14 noviembre, 2019 at 10:41 Responder

    Una lástima. A mí me gusta Soronguyen y creo que iré a verla. Como dices, el cine es atrevimiento. Por cierto, Soronguyen dirigió un montón de series.

  4. Antonio 15 noviembre, 2019 at 12:00 Responder

    Que sea uno de los grandes cineastas no significa que también meta la mata. No pasa nada y es que, alargar un corto, es una de las cosas que hay que tener muy claras

  5. Diana 15 noviembre, 2019 at 15:47 Responder

    Recuerda que el sábado tenemos reunión con el grupo de cine. Estamos preparando una web sobre críticas de cine profesionales y tenemos exponsors además de anunciantes. Nos gustaría que trabajases con nosotros. Escribes muy bien sobre cine. Hablamos mañana. Huelga decir que has escrito una gran reseña sobre la película.

  6. Esteve 15 noviembre, 2019 at 16:47 Responder

    Durante muchu tiempo has desaparecido. Te hemos encontrado a faltar. Escribes reseñas de cines en cuentagotas aunque hay que felicitarte. Gracias por todo. Recuerda de lo que hablamos.

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