Proyecto Rampage (2018) de Brad Peyton – Crítica

«Proyecto Rampage funciona al dotar de carisma al primate y crear un vínculo amistoso entre él y el protagonista. Notable ejercicio de entretenimiento»

El director Brad Preyton y su actor fetiche Dwayne “The Rock” Johnson vuelven a crear un blockbuster catastrofista tras haber estrenado San Andrés en el 2015. En esta ocasión lo hacen con Proyecto Rampage, una ensalada donde se entremezclan diferentes ingredientes de películas como King Kong, Godzilla, El planeta de los simios… El resultado es el esperable: un entretenimiento festivalero lleno de pirotecnia y destrucción por doquier con una sorprendente carga de humor autocrítico.

Proyecto Rampage funciona en alguna de las metas que se propone, como el de dotar de carisma al primate y crear un vínculo amistoso verdadero entre él y el protagonista. También funciona notablemente bien como ejercicio de entretenimiento, con un ritmo dinámico y un pulso narrativo ágil y constante durante sus casi dos horas de duración.

Cierto es que a la película le falta algo de personalidad propia, pues es inevitable pensar en todos estos referentes citados al principio de la reseña cuando uno se enfrenta a este film. No obstante, esto no es un impedimento para ser disfrutada, puesto que su propósito no pretende ser la originalidad.

Por momentos, Proyecto Rampage resulta algo torpe, brusca y descuidada, con algunos problemas de continuidad, falta de coherencia y una cierta carga de inverosimilitud dentro de su mundo. Puede que estos elementos saquen a algún espectador, pero los que simplemente quieran dejarse llevar por la locura excesiva y la espectacularidad visual propia de este tipo de cine se van a sentir más que satisfechos.

Eso sí, cabe añadir que los efectos visuales no son de lo mejor que hemos visto. Algunos se ven algo pobres y con poco gusto teniendo en cuenta el tipo de producción del que hablamos. No es algo desastroso pero tampoco consigue destacar frente a otras propuestas que hemos tenido los últimos años.

La dirección, por parte de Brad Preyton, está bien llevada en sus secuencias de acción, alejándose del frenetismo caótico y la multicamara con numerosos planos cortos, algo propio del cine blockbuster de hoy en día, y dándole más presencia a los planos abiertos y generales para dar una mayor sensación de escala con esos monstruos destrozando la ciudad. Muy influenciado por películas como Godzilla, por otra parte.

Dwayne Johnson funciona como héroe de acción pese a su limitación interpretativa. A pesar de esto, consigue tener escenas con el primate que son capaces de enternecer y sacar alguna sonrisa, algo que uno no espera en este tipo de película y que resulta agradable ver que entre tanto fuego de artificio también hay algo de corazón.

Proyecto Rampage es cine de consumo rápido. El que busque una película coherente, lógica y bien escrita debería cambiarse de sala. No obstante, hay que valorarla como un producto que consigue con creces lo que se propone, que es el de ofrecer un gran espectáculo. Y es que a pesar de contar con unos personajes bastante planos, unos antagonistas poco memorables y unos efectos visuales irregulares, en el fondo consigue resultar muy divertida.

Si buscas entretenimiento, Proyecto Rampage lo ofrece con creces.

Sinopsis El primatólogo Davis Okoye, un hombre que mantiene las distancias con otras personas, tiene un sólido vínculo con George, el extraordinariamente inteligente gorila de espalda plateada al que ha estado cuidando desde que nació. Pero cuando un experimento genético sale mal, este apacible simio se convierte en una enorme y embravecida criatura.
País Estados Unidos
Dirección Brad Peyton
Guion Ryan Engle, Ryan Condal, Carlton Cuse
Música Andrew Lockington
Fotografía Jaron Presant
Reparto Dwayne «The Rock» Johnson, Naomie Harris, Jeffrey Dean Morgan, Malin Akerman, Joe Manganiello, Marley Shelton, Jake Lacy, Jack Quaid, Breanne Hill
Género Acción
Duración 107 min.
Título original Rampage
Estreno 13/04/2018

Calificación6
6

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Ricardo Pérez

Tras haber estudiado Producción de Cine, Radio y Espectáculos y la Carrera de Violín, decidió especializarse en el mundo del cine. Estudió Dirección Cinematográfica en el Instituto del Cine de Madrid. Ha ejercido las funciones de Director, Productor, Montador y guionista. Amante de la música y cinéfilo por naturaleza.

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