Quien me quiera que me siga (2019), de José Alcala – Crítica

Quien me quiera que me siga

No es mala, pero tampoco buena. Te ríes un par de veces, no te emocionas en ningún momento, pero puedes salir del cine con una sensación agradable.

No es un peliculón, pero sí se deja ver. Es una tragicomedia ideal para dormir la siesta en un domingo estival tras una buena paella. No digo que sea aburrida ni que adormezca (aunque hay momentos en los que decae el ritmo), sino que es una película magnífica para distraerse tranquilamente en casa, de ahí, que no merezca la pena el desplazamiento a la sala de cine y el consiguiente pago de la entrada. Espérense tranquilamente para verla en su domicilio aunque, si les apetece ver algo amable y sin pretensiones en una de estas bochornosas tardes de verano, no seré yo el que les desanime.

Un matrimonio de sesentones, que se adentra en la jubilación con dificultades de pareja y económicas, terminan separándose. Simone decide irse en un momento inoportuno con otro hombre (vecino y amigo del matrimonio de toda la vida), pero se evidencia, por su actitud y por su hartazgo generalizado, que no quiere atarse a nada ni a nadie (ni siquiera al último); necesita simple y llanamente, tras treinta y cinco años de matrimonio, sentirse libre: ¡vivir! Algo muy loable, pero de difícil aceptación por parte de su partenaire, Gilbert, que llevará con dificultad su forzada soltería. Por otro lado, debido a una situación de fuerza mayor, el nieto de ambos llega al pueblo donde se desarrolla la acción y es el abuelo el que inevitablemente se tiene que ocupar del chaval. Gilbert, gruñón, impulsivo y descentrado por la ruptura reciente con su mujer, se convierte temporalmente en el único responsable de su nieto con el que, a priori, no congenia y al que hace tiempo que no ve.

Vayan a verla, insisto, sin grandes expectativas y lo pasarán bien.

El director, José Alcala, elabora una película costumbrista ubicada en un pueblo del sur de Francia a la que le falta un hervor o una vuelta. Los actores, sin embargo, son buenos. La cara de Daniel Autiel es todo un poema, tiene una vis cómica innata y se disfruta con su interpretación (a falta de él, el film no valdría mucho). Tiene unos primeros planos muy graciosos y, a pesar de su cara de asesino (como dice Simone), es un hombre que cae bien porque tiene pinta de cachondo mental (muy al estilo francés, a lo Gérard Depardieu o a lo Jean-Paul Belmondo). Los secundarios, comme ci comme ça. Catherine Frot tiene la actitud correcta y el gesto adecuado para el papel, pero tampoco hace una interpretación estelar. Sin embargo, Alcala, sí acierta al dirigirla, pues saca de esta señora rellenita de sesenta y tres años su lado más sexy cuando muestra accidentalmente sus senos o enaltece sus gestos lánguidos y serenos encaminándolos con maestría. Por último, Bernard le Coq (que, como curiosidad, ha interpretado al Presidente del Gobierno Español) hace lo que debe sin destacar en demasía.

Lo dicho: una película agradable, sin ínfulas y de fin de semana. No es mala, pero tampoco buena. Te ríes un par de veces (quizá tres), no te emocionas en ningún momento, pero puedes salir del cine con una sensación agradable, que ya es mucho. Una cinta, en definitiva, que se sostiene más por los actores (o por el protagonista) que por otra cosa. Guiños progresistas y enrollados al sacar a un niño mulato, a un vecino negro y por celebrarse una boda lesbiana que no viene al caso, ya que la esencia y el guion son de un clasicismo absoluto: infidelidad por aburrimiento y hartazgo, y ganas de echar una canita al aire en la última etapa de la vida. Vayan a verla, insisto, sin grandes expectativas y lo pasarán bien. Ah, por cierto, la alusión final al ménage à trois de geriátrico tiene también su puntito innovador.


Sinopsis Gilbert y Simone viven una jubilación agitada en un pueblo del sur de Francia. La partida de Étienne, su vecino y amante, la falta de dinero, pero especialmente la amargura constante de su esposo, empujan a Simone a huir del hogar. Gilbert entonces se da cuenta de que es capaz de hacer cualquier cosa para recuperar a su esposa, a su amor.
País Francia
Dirección José Alcala
Guion José Alcala, Agnès Caffin, Antoine Lacomblez
Música Fred Avril
Fotografía Philippe Guilbert
Reparto Daniel Auteuil, Catherine Frot, Bernard Le Coq, India Hair, Dioucounda Koma, Anne Benoît, Thomas Walch, Olivier Loustau
Género Comedia
Duración 90 min.
Título original Qui m’aime me suive!
Estreno 26/07/2019

Calificación6.5
6.5

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Guillermo Pérez-Aranda Mejías

Soy un escritor romántico con matices quevedescos. Disfruto con lo absurdo del surrealismo y me apasiona encarcelarme en mi castiza torre de marfil, donde desarrollo mi creatividad rodeado de música, de libros, de cine y de lo más selecto de la humanidad huyendo así, en la medida de lo posible, de lo más mundano. Roquero trasnochado y poeta de lo grotesco, he decidido, como si fuera un samurái que se destripa por su honor, entregar mi vida por entero al arte.

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