Existen numerosos tópicos que rodean a enfermedades como el Alzheimer. Pensamos que sólo afectan a personas de la tercera edad o que la pérdida de consciencia hace que el enfermo no sufra. Nada más lejos de la realidad pues, por desgracia, contemplar cómo la memoria y los recuerdos desaparecen lentamente puede ser una de las peores torturas, y puede llegar antes de lo que esperamos. Una vez más, el séptimo arte, en su afán por acercarse a las vivencias del hombre, nos relata la cruda realidad de este tipo de enfermos.
‘Siempre Alice’, dirigida por Richard Glatzer y Wash Westmoreland, cuenta la historia de Alice (Julianne Moore), una reconocida catedrática de universidad en la rama de lingüística que, gracias al trabajo realizado durante años, ha tenido una exitosa vida profesional. Un buen día, en mitad de una conferencia, olvida una palabra y se produce un incómodo silencio hasta que al fin logra recordarla y continuar con su charla. Ese será su primer contacto con la patología que la perseguirá hasta el final de su vida.
La trama de ‘Siempre Alice’ está centrada en la evolución interior de su protagonista, a la que el Alzheimer arrebata todo aquello por lo que ha luchado. Y es en este punto donde emerge la figura de una espectacular Julianne Moore, capaz de interiorizar como pocos el trágico arco de un personaje que ve como toda la realidad que conocía se desvanece delante de sus ojos. Y lo más difícil, lo hace con la elegancia propia de un metraje que no busca la sensiblería facilona ni el dramatismo exagerado propio del cine más comercial.
Se busca acercarnos a la vivencia del Alzheimer a través de una narración sincera. Todos los elementos del film se encuentran al servicio de esta intención. Los movimientos de cámara acompañan perfectamente las sensaciones de desorientación de la protagonista, el miedo, la angustia, la desesperación por no ser capaz de recordar. Todo esto se logra gracias al uso de planos cercanos, movimientos rápidos de cámara y a la ingeniosa forma de utilizar el fuera de foco.
A la gran interpretación de Julianne Moore y los elementos narrativos ya citados, se suma un grupo de personajes cuya relación con la protagonista se encuentra perfectamente dibujada. Me gustaría mencionar en este apartado a la segunda de las hijas, Kristen Stewart, a la cual presentan como personaje rebelde y distanciado, y que sin embargo es quien soporta el mayor peso en la evolución psicológica de la protagonista, logrando las escenas de mayor franqueza en el personaje de Alice.
Esta cinta se trata sin duda de un gran paso adelante en la carrera de Kristen Stewart quien, tras participar en trabajos comerciales de dudosa calidad como ‘Blancanieves y la Leyenda del Cazador’ o la saga ‘Crepúsculo’, afronta un personaje de mayor peso e importancia, y demuestra que el reto no le viene grande.
Pero quien merece acaparar los elogios es sin duda Julianne Moore, quien eleva el nivel del metraje con una interpretación que sólo está al alcance de los mejores. Espero que esta vez sí le den su merecido Oscar.
Sinopsis Una profesora descubre que está sufriendo la etapa inicial de la enfermedad de Alzheimer.
País Estados Unidos
Director Richard Glatzer, Wash Westmoreland
Guión Richard Glatzer, Wash Westmoreland (Novela: Lisa Genova)
Música Ilan Eshkeri
Fotografía Denis Lenoir
Reparto Julianne Moore, Alec Baldwin, Kristen Stewart, Kate Bosworth, Hunter Parrish, Erin Darke, Shane McRae, Victoria Cartagena, Stephen Kunken, Eha Urbsalu, Cali T. Rossen, Kristin Macomber, Cat Lynch, José Báez, Jamie Lee Petronis
Productora Backup Media / Big Indie Pictures / Killer Films
Duración 101 min.
Género Drama
Título original Still Alice
Estreno 16/01/2015
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