Yuli (2018) de Icíar Bollaín – Crítica

«Yuli es cine que no sólo cuenta historias, además se preocupa por la belleza en la forma de contarlas»

Cuando la narrativa se expande pero suma, abre diversos mundos que -como los de Eluard- están en este, y todo se armoniza en la ‘gran pantalla’. Así, el espectador más atribulado no tiene más remedio que reconciliarse con el cine. Yuli, una biografía fílmica sobre el primer bailarín mulato que hizo de Romeo en el Royal Ballet de Londres -el cubano Carlos Acosta-, tiene esa cualidad que ha armonizado la dirección de Icíar Bollaín.

Aunque pudiera parecer una sola historia, Yuli es la resultante de una polifonía narrativa, con un importante apoyo en la plasticidad de las imágenes que consolida, de manera irrefutable, el director de fotografía Álex Catalán; el texto de Paul Laberty (compañero habitual del realizador Ken Loach); la propia danza con la música de Alberto Iglesias; y la visión de todo ese conjunto polimórfico (actores incluidos) de Bollaín, hacen ese todo.

Laberty, como ya ha demostrado profusamente, entrega a la historia una narración limpia, lejos de manierismos y de la tentación de optar por ninguna circunstancia que no sea la propia narración en su sentido más puro. De esta manera, consigue hacer un dibujo social de la Cuba que tiene que salvar las barreras que le impuso su ‘osada’ revolución, quizás la penúltima del romanticismo revolucionario. Apunta sus deficiencias y valores pero sin caer en el radicalismo del dibujo catártico que hacen los medios de comunicación externos (como se muestra en una parte de la cinta). Lo hace con sus gentes y lugares. Así va incluyendo la historia de un bailarín que no quería serlo, pero que resulta marcado por su visita a una de las inacabadas Escuelas Nacionales de Arte y del periplo que le devuelve a ella tras su éxito a través del mundo de la danza internacional. Deja ver del protagonista su apego a las raíces, a su familia y a la propia Cuba, en un viaje de ida y vuelta -del presente al pasado y de nuevo al presente- donde la danza va imponiendo su delicado pero exigente cariz.

La parte de la narración que aporta Catalán, por su lado, llena de matices ese todo. La calidez de los colores cubanos y la semblanza nostálgica de la fotografía familiar y las pigmentadas calles, casa y autos de La Habana, contrastada con la frialdad y la humedad del ‘viejo continente’, especialmente Londres, y donde la soledad requiere también su propia pincelada fotográfica. Asimismo, la iluminación de la imagen del éxito que va a sumar a todo ello la espectacularidad de los escenarios donde los bailarines van reproduciendo, paulatinamente, la historia que el propio Acosta desea contar.

También la danza cuenta su historia como elemento narrativo (la película es un placer en sí misma para los amantes de este arte escénico). En ella, con la figura del propio Acosta como coreógrafo, hay otra narración que, finalmente, se viene a unificar y hacer de hilo conductor de toda la propuesta.

Finalmente, hay que destacar la capacidad para conseguir de todas estas narraciones una sola, como la que Bollaín muestra. En Yuli aparece su solidez como contadora de historias y como cineasta. Jugando con la ‘emocionalidad’ de los personajes sin sobre actuación posible, y dejándolos caer a lo largo de las diversas narrativas que confluyen. Cabe destacar el papel que juega el actor Santiago Alonso (como padre), encarnando los avatares de la historia de los antepasados de Yuli -una visión de los esclavos que llegaron a las plantaciones cubanas-, figura paternal que asume un protagonismo que conduce gran parte de la película.

Yuli es cine que no sólo cuenta historias (una narración de narraciones), además se preocupa por la belleza para contarlas.


Sinopsis Film sobre el bailarín cubano Carlos Acosta, un viaje temporal a través de su vida, leyenda de la danza y primer bailarín negro en interpretar algunos de los papeles más famosos del ballet, originariamente escritos para blancos, en compañías como el Houston Ballet o Royal Ballet de Londres.
País España
Dirección Icíar Bollaín
Guion Paul Laverty
Música Alberto Iglesias
Fotografía Alex Catalán
Reparto Carlos Acosta, Santiago Alfonso, Keyvin Martínez, Edison Manuel Olvera, Laura de la Uz, Yerlin Pérez, Mario Elías, Andrea Doimeadiós, Carlos Enrique Almirante, Cesar Domínguez
Género Drama
Duración 109 min.
Estreno 14/12/2018

Calificación9
9

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