Al leer la biografía de Woody Allen observamos que, más allá de la imagen caótica que lo acompaña, su vida se rige por una serie de estrictas rutinas.
Su breve estancia en la universidad, apenas seis meses, no se resolvió de manera positiva. Uno de sus profesores le recomendó «recibir ayuda psiquiátrica».
Un consejo que Allen ha seguido ininterrumpidamente desde 1959 hasta nuestros días.
Tampoco le gusta faltar a su cita de los lunes en el Café Carlyle de Nueva York, donde toca el clarinete desde 1997. Sólo su trabajo como cineasta le impide acudir allí el primer día de cada semana.
Y es precisamente su actividad como guionista y director (también actúa y compone música en sus películas), otra de sus grandes rutinas. Desde 1969, fecha en que estrenó ‘Toma el dinero y corre‘, ha rodado prácticamente un film por año, construyendo una extensa e interesantísima filmografía compuesta por más de 45 películas: ‘Annie Hall‘, ‘Manhattan‘, ‘La rosa púrpura del Cairo‘, ‘Hannah y sus hermanas‘, ‘Misterioso asesinato en Manhattan‘, ‘Balas sobre Broadway‘, ‘Desmontando a Harry‘ o ‘Midnight in Paris‘ son sólo algunos de sus títulos más representativos.
Siempre se ha dicho que es un autor mucho más apreciado en Europa que en su propia casa, Estados Unidos. Pero llama la atención el elevado número de nominaciones a los Oscar que acumula: hasta 24, de los cuáles ha conseguido 4 (3 de ellos al Mejor Guion Original y uno al Mejor Director).
Dos de estas nominaciones le llegaron por su película ‘Delitos y faltas‘ (1989), cuya idea principal surgió durante el proceso de escritura de ‘Annie Hall‘ (1977). De hecho, gran parte de la trama iba a estar en aquella cinta, pero finalmente decidió no incluirla. Varios años después, tras concluir el rodaje de ‘Hannah y sus hermanas‘ (1986), Allen sintió que había sido excesivamente bueno con los personajes en este último film, pensó que había ideado un final demasiado amable para ellos, y retomó aquella trama un tanto oscura que había desechado para ‘Annie Hall‘.
Así surgió ‘Delitos y faltas‘, una mezcla de drama y comedia sobre un personaje cuyas decisiones lo conducen a cometer un asesinato que le hará replantearse su existencia. Era la primera vez que Woody Allen abordaba este tema, pero no sería la última, ya que posteriormente estrenaría ‘Misterioso asesinato en Manhattan‘, ‘Match Point‘ y ‘Scoop‘. Es curioso que en todas ellas las víctimas sean mujeres.
La que más similitudes guarda con ‘Delitos y faltas‘ es sin duda ‘Match Point‘. Las dos comparten una trama casi idéntica, aunque su concepción y ejecución es bien diferente. Coinciden en el drama, aunque la primera tienda a la comedia y la segunda al thriller, una incida en la carga moral y la otra profundice en la importancia de la fortuna y la arbitrariedad.
Comparten una trama, un mismo guionista-director con unas mismas obsesiones, pero no son la misma película. Recomiendo ver las dos.
