La canción de los nombres olvidados (2019), de François Girard – Crítica

La canción de los nombres olvidados clausuró el Festival de San Sebastián y está basada en un libro homónimo del crítico de música Norman Lebrecht.

El director, Francois Girard, ha estudiado la función de la música desde el principio de su filmografía. Como en esta película, ya seguía la historia de un violín en El violín rojo (1998), y continuó buscando la emoción del idioma musical con El coro (2014).

Esta película clausuró el Festival de San Sebastián y está basada en un libro homónimo del crítico de música Norman Lebrecht. Se mide a caballo entre una crónica de sucesos y la persecución de un fantasma del pasado por distintos lugares de Europa, desde Londres hasta Treblinka. 

Tim Roth, uno de los actores preferidos de Tarantino, es el gran protagonista de la película, interpreta a Martin. Mientras que el Dovidl adulto interpretado por Clive Owen está menos lucido. La versión joven de este personaje sí que es entrañable, a pesar de su sentimiento de superioridad por ser un genio de la música.

La música es un lenguaje y un personaje más en la película, que gira entorno a la fortaleza de sus personajes, encontrada en la pertenencia al grupo, la memoria y la familia.

Martin va encontrando pistas, como un detective, para reunirse una vez más con el desaparecido Dovidl. Esta búsqueda inicialmente la mueve el rencor, ya que esta huida provocó la muerte del padre de Martin. Conocemos al hombre detrás del misterio, alguien atormentado que -tras perdonarse a sí mismo- volvió a abrazar sus raíces y formó una familia lejos de la música. 

Martin lo saca de este letargo durante un par de días para cobrarse una deuda pendiente: el concierto revelación que de joven no hizo. La filosofía que transmite Dovidl es que ya no se pertenece como individuo, siendo parte de una colectividad religiosa ha sabido manejar el dolor y la soledad. 

La música es un lenguaje y un personaje más en la película, que gira entorno a la fortaleza de sus personajes, encontrada en la pertenencia al grupo, la memoria y la familia. Las escenas más conmovedoras son las de Dovidl de joven, intentando superar la pérdida. Un personaje contrario a su versión adulta, sobria, serena e inalterable. Es de admirar cómo se entremezclan distintas escenas de ambos personajes en diferentes edades a lo largo del tiempo.

Son especialmente emotivas las escenas donde se interpreta esta canción que contiene los nombres de todas las familias que perecieron en el campo de concentración de Treblinka. Cada superviviente aprendió una parte de ella para que todos fuesen recordados, una canción que dura cinco días y ha sido transmitida entre congregaciones religiosas. La memoria de la Shoá.


Sinopsis En pleno estallido de la Segunda Guerra Mundial, el pequeño Dovidl llega a Londres como refugiado judío desde su Polonia natal. Con solo 9 años es un prodigio del violín, lo que propicia su acogida en una destacada familia británica, que le integra como un hijo más y promociona sus estudios musicales.
País Canadá
Dirección François Girard
Guion Jeffrey Caine
Música Howard Shore
Fotografía David Franco
Reparto Clive Owen, Tim Roth, Saul Rubinek, Catherine McCormack, Jonah Hauer-King, Gerran Howell, Stephen Graham, Richard Bremmer, Julian Wadham, Jeffrey Caine, Yank Azman
Género Drama
Duración 111 min.
Título original The Song of Names
Estreno 13/03/2020

Calificación5
5

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Alba Puerto

Estudio Periodismo y Comunicación Audiovisual; me interesa la política internacional, la cultura, los movimientos sociales y la innovación tecnológica. Por ello soy articulista en medios digitales, locutora, columnista y Coordinadora General de un proyecto de UNICEF dentro de las universidades españolas.

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