La belleza tiene más que ver con lo que una imagen sea capaz de revelarnos que con el acatamiento por parte de ésta de las ‘normas estéticas convencionales’.

En un tiempo como el actual, en el que diariamente cantidades ingentes de imágenes supuestamente ‘bellas’ se acumulan sin fondo en redes sociales como Instagram o Facebook, convirtiéndose fácilmente en carne de cientos de miles de likes, conviene que, como espectadores críticos, seamos capaces de replantearnos dónde reside el verdadero valor de una imagen. De esta forma nos daremos cuenta de que éste tiene más que ver con lo inefable que una imagen sea capaz de revelarnos que con el acatamiento por parte de ésta de las ‘normas estéticas convencionales’. Es decir: su poder, su verdadera trascendencia, tendrá relación con una cuestión ‘de fondo’, y no tanto ‘de superficie’.

Teniendo como punto de partida las imprescindibles e imperecederas Notas sobre el cinematógrafo que dejó escritas el cineasta francés Robert Bresson, y partiendo, como objeto de estudio, de la obra de fotógrafos ‘disidentes’, poseedores de una mirada crítica y única sobre los fenómenos, como Diane Arbus, Robert Mapplethorpe y Saul Leiter, y de directores de cine como John Cassavetes, en el nuevo vídeo de Harto Brillante pretendemos dilucidar cuáles son los verdaderos componentes de aquellas imágenes que, en lugar de buscar entrarnos por los ojos a toda costa, pretenden conectar con nosotros –y con nuestras emociones- desde otros frentes, sin caer en el tan habitual robo, casi a punta de pistola, de la lágrima fácil.