Las invisibles (2018) de Louis-Julien Petit – Crítica

Las invisibles

«Las interpretaciones deLas invisibles son naturales y el texto, pese al delicado detonante argumental, funciona»

Aunque mexicana, Los olvidados (Luis Buñuel, 1950), jamás habría adquirido su transcendencia posterior sin la ayuda de Francia, y cuando digo Francia me refiero a sus viejos amigos surrealistas y al festival por excelencia: Cannes. La película se convirtió en un referente del cine social y, de pasó, le permitió al aragonés volver a un cine más autoral. Las invisibles (Les invisibles, Louis-Julien Petit, 2018), francesa, social, sobre indigentes, y con un título que nos recuerda a la obra citada, no tiene nada que ver.

Las invisibles narra las artimañas de un grupo de trabajadoras sociales para ayudar a las mujeres a las que atienden en un centro social que va a cerrar en pocos meses. El título de la película podría parecer que hace referencia a las mujeres sin techo, pero las trabajadoras sociales forman parte también, pese a pertenecer a otro mundo bien distinto, de esas olvidadas. De hecho, la protagonista es una de estas trabajadoras sociales, Audrey Scapio (Audrey Lamy), que sufre las consecuencias de dedicar su vida a un trabajo poco reconocido y burocratizado.

Llama la atención el contraste del optimismo general del film con la realidad que describe.

La película tiene en su concepción un origen documental, y eso dará lugar a una extraña decisión formal que quizá se haga difícil de explicar. La película se inspiró en un libro que a su vez se había basado en un documental, el hilo conductor entre los 3 formatos es la guionista colaboradora del film, que dirigió el documental previo y escribió el libro: Claire Lajeunie.

Las invisibles empieza con un grupo de mujeres indigentes a las puertas de un centro de acogida, esperando su apertura. Louis-Julien Petit se toma su tiempo mostrándonos esa espera, con conversaciones cotidianas entremezcladas, mostrándonos los rostros a través de teleobjetivos como si estuviésemos espiando a esas mujeres, gracias a esa planificación tan propia del documental. Este estilo documental tan radical para mostrarnos una comedia relativamente blanca sobre indigencia puede a uno hacerle pensar en eso tan manido de la cuestión moral de Godard y su famosa cita, al parecer mal atribuida, de que “un travelling es una cuestión moral”.

No soy yo muy sensible ante esta cuestión de la moralidad fílmica pero debo admitir que la propuesta de realización me desconcertó durante un buen rato de película. Es como si estuviésemos antes una puesta en escena neorrealista con un detonante argumental y guión de Chaplin. Para más inri, gran parte del elenco no es profesional y proceden directamente del mundo que retratan. ¿Era necesario? No lo sé. ¿Funciona? Yo diría que sí.

Las interpretaciones son naturales y el texto, pese al delicado detonante argumental, funciona y no rompe el tono. Se evita sin duda la explicitud y las desgracias de esas mujeres son siempre sugeridas. Llama quizá la atención el contraste del optimismo general del film con la realidad que describe, el final es un buen ejemplo de ello. La película sufre cuando subraya en exceso el mensaje esperanzador, crece sin embargo cuando logra momentos de gran honestidad en los pequeños gestos de dignidad de esas invisibles.

La película tiene en su concepción un origen documental, y eso dará lugar a una extraña decisión formal.

Creo que Las invisibles habla sobre el roce entre esos dos mundos. No nos muestran mucho de la vida de las indigentes más allá del centro, tampoco sobre las trabajadoras sociales, salvo la de la protagonista. Casi todo el film se desarrolla en torno a esas peripecias chaplinescas de los intentos por conseguir integrar a esas mujeres. No aspira a un retrato social de ninguno de esos dos mundos, si no a un retrato de las consecuencias de que ambos se toquen.

Afrontar esto en clave de comedia sin duda es arriesgado. Sin embargo, el tono no deja de ser una decisión autoral con la que abordar un film, sin duda tremendamente delicada, pero una decisión al fin y al cabo. Después se puede hacer bien o mal, pero es común para ciertos sectores, y en especial cuando se trata de películas sociales, que el mero hecho de optar por uno de ellos desvirtúe ya la obra en sí. Buñuel optó en Los Olvidados por una crudeza y explicitud pocas veces vistas, creando una obra muy desesperanzadora. Louis-Julien Petit sin embargo se decanta por la ternura y la elipsis, por la esperanza. Bajo mi humilde opinión, el francés no lo hace nada mal.


Sinopsis Un centro de acogida para mujeres sin domicilio fijo va a cerrar. A las trabajadoras sociales del centro solo les quedan tres meses para rehabilitar a estas mujeres.
País Francia
Dirección Louis-Julien Petit
Guion Marion Doussot, Claire Lajeunie, Louis-Julien Petit
Música Laurent Perez del Mar
Fotografía David Chambille
Reparto Fatsah Bouyahmed, Marianne Garcia, Audrey Lamy, Déborah Lukumuena, Noémie Lvovsky, Corinne Masiero, Pablo Pauly, Sarah Suco
Género Comedia
Duración 102 min.
Título original Les invisibles
Estreno 29/03/2019

Calificación7
7

Share this post

No existen comentarios

Añade el tuyo