La importancia de los finales

Distinguimos diferentes clases de desenlaces, con ejemplos de algunos de los mejores finales de la historia del cine.

Cuentan que Billy Wilder añadió una cláusula al contrato de los actores protagonistas de su película Testigo de Cargo, en la que se comprometían a no revelar el final bajo amenaza de ser demandados. No es extraño si tenemos en cuenta que se trata de uno de los finales más extraordinarios del cine. Un final que no voy a revelar porque es seguro que la generación actual, poco aficionada a los clásicos, aún no ha visto. Solo diré que, una vez más, se deja constancia de que nada detiene a una mujer enamorada.

Testigo de Cargo

Muchos aficionados al cine dirán que lo realmente importante es lo que ocurre entremedias, pero el buen sabor de boca y no necesariamente porque acabe bien, lo deja el final. Los hay de muchas clases: conmovedores, como en Luces de la Ciudad, de Charles Chaplin, donde aflora la sensibilidad de los protagonistas y nos deja con una sonrisa que se alarga más allá de los créditos. Algo parecido nos ocurre con el final de Cinema Paradiso, el clásico de Guiseppe Tornatore, donde Totò recibe de Alfredo ese maravilloso regalo que contiene los besos que le obligaron a cortar, mientras suena una de las mejores composiciones de Ennio Morricone.

Están los finales justos, como en Lo que el viento se llevó, donde la chica caprichosa y manipuladora recibe su castigo. Pese a ello, a pocos les gusta ese final, la mayoría la perdonamos y ese “francamente, querida, eso no me importa”, resulta que sí nos importa y queremos que sea feliz. También es justo el final de la mejor obra de Leone, Hasta que llegó su hora, y otra chica valiente, después de duras lecciones, aprende a sobrevivir en un mundo de hombres y el premio es gestionar su propio destino.

Cineama Paradiso
Cineama Paradiso

Están los finales sorprendentes, esos que nadie espera, como el de la antes mencionada Testigo de Cargo o el de El Sexto Sentido, aunque muchos listillos aseguren que a mitad de la película ya sabían que Bruce Willis estaba muerto.

No dejemos a un lado los finales predecibles, los que nunca serán una sorpresa, pero no significa que sean menos emocionantes, como ocurre en Centauros del Desierto, donde John Wayne, el duro más blando del cine, no puede resistirse al tirón de la sangre y trae de vuelta a su sobrina, aún sabiendo que ya pertenece más a la tribu de indios que la secuestró y a los que odia. En La vida es bella también sabíamos que ese padre acabaría dando la vida por su hijo, por eso, porque la sangre en el cine tira tanto como se derrama.

No se me ocurre cómo calificar el final de Casablanca, tal vez de lógico, porque no podía ser de otra manera, aunque sea discutible poner la lealtad por encima del amor. Sea como fuere, siempre les quedará París.

Y por último quiero mencionar los finales inquietantes. Hay muchos, pero yo destaco el de Los Puentes de Madison. Clint Eastwood, narra en dos minutos de forma magistral solo con miradas y silencio, de qué manera una decisión puede determinar el resto de nuestra existencia, y confirma la teoría de que el destino es la suma de las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida, aunque yo diría que es la suma de las decisiones que no nos atrevemos a tomar.

Solo he mencionado diez películas pero son millares, así que sigamos viendo cine hasta el final.

THE END

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Marga Guiberteau

Amante de la creación literaria y cinematográfica como una forma de estar en el mundo.

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