«Es agradable observar la honestidad con la que Niñato ha sido filmada durante cuatro largos años»

«Conozco a David desde hace muchos años, desde la época de Instituto. Crecimos en el mismo barrio y durante mucho tiempo participamos en el mismo grupo de hip-hop. Años más tarde, abrió un nuevo capítulo en su vida al ser padre y convertirse ‘oficialmente’ en adulto. Siempre he admirado cómo, a pesar de sus nuevas responsabilidades como padre, ha mantenido intacta su pasión por hacer música. La misma pasión que tiene cuando está con los niños». Así es como presenta Adrián Orr su primer largometraje y nos parece importante mencionarlo.

Esta película, cuyo título nos atrapa inmediatamente al escucharlo, es sorprendente desde su inicio, pues aunque sabemos que se trata de un documental, estamos esperando perennemente recibir un tipo de estética, hasta que finalmente nos convencemos de que lo que nos quiere mostrar su director, es la vida cotidiana en su más puro sentido, dejando a lo estético de lado.

Si tuviésemos que elegir un tema para ella, sería lo cotidiano, porque aunque el protagonista es un músico, la cinta muestra más la situación en la que éste vive el día a día, lo cual es interesante ya que los artistas como David, se nutren de sencillas o grandiosas experiencias para comenzar sus grandes obras.

En este film podríamos defender especialmente, algunos momentos como lo son el gozo de un padre al intercambiar el canto de su música con su hijo. Solemos pensar que son las madres o ambos progenitores quienes desempeñan la tarea de educar, pero en este caso es el padre.

Niñato es la primer cinta de Adrián Orr y habrá que dar una oportunidad al director para que vaya afinando las imágenes y la poesía que puede haber dentro de ellas. Después de mirar esta película, apetece indagar la relación de otros artistas con sus hijos y es ello lo que la vuelve interesante pues Niñato no es un hijo de papá, sino todo lo contrario.

Es agradable observar la honestidad con la que esta película ha sido actuada y filmada durante cuatro largos años y la razón del director por dirigirla. Orr nos cuenta que después de observar a su amigo David, alias Niñato, en su barrio, le intrigó la relación entre su afición por el canto y el cuidado de tres hijos.

Si estás interesado en artículos como: El padre rapero no es ningún niñato, Muy juntas y muy revueltas, Kendrick Lamar, un rapero de Pulitzer y Valtonyc: “O estás con el opresor o con el oprimido”, creo que esta película te puede interesar.

País España
Dirección Adrián Orr
Guion Adrián Orr
Fotografía Adrián Orr
Género Documental
Duración 72 min.
Título original Niñato