Hoy hemos disfrutado de Las guardianas, película incluida en la retrospectiva a Nathalie Baye, y de la canadiense Kuessipan.

Hoy domingo no había ningún pase a media tarde, de forma que, en la plataforma Filmin, he visto Las guardianas (Les Gardiennes, 2017 ), cinta que está en la sección retrospectiva a la actriz Nathalie Baye (Una dulce mentira, 2010; Préjudice, 2015; Solo el fin del mundo, 2016). Personalmente ya conocía el film dirigido por Xavier Beauvois (Nord, 1991; No olvides que vas a morir, 1995; Según Matthieu, 2000; El pequeño teniente, 2005) que en el mismo año logró cuatro nominaciones a los Premios César (incluyendo  Mejor Guion Adaptado y Mejor Fotografía), y presentada en la Sección Oficial del Festival de Sevilla. El guion, escrito por el mismo Beauvois, Frédérique Moreau y Ernest Pérochon, está basado en la novela de este último.

Las guardianas es un extraordinario relato pausado, de sobria pero deslumbrante producción y magnífica fotografía naturalista.

Les Gardiennes nos traslada al año 1915, en plena Primera Guerra mundial. Los hombres están en el frente y las mujeres se han quedado para defender las tierras. Hortense, una madre de familia trabajadora sin límites, emplea en su granja a Francine, una joven de la asistencia pública, para que ayude en el trabajo, ya que Solange (la hija) se niega a hacerlo. Las dos mujeres se llevan muy bien desde el primer momento pero, cuando el hijo de Hortense vuelve de la guerra, empieza una relación romántica con Francine y, el objetivo de ambos es formar una familia.

Hasta aquí puedo contar sin desvelar nada. Lo que sí diré es que se trata de un extraordinario relato pausado (no lento), de sobria pero deslumbrante producción y magnífica fotografía naturalista, que practica un costumbrismo dramático, conciso y contenido que, por momentos, destila aromas de western clásico en torno a mujeres fuertes, empeñadas en mantener una granja agrícola contra viento y marea y la unidad de la familia a toda costa. Indudablemente tiene un guion bien escrito, la actuación es impecable por parte de todos, una fotografía pictórica, a través de la cual, sentimos los rigores del invierno, la niebla matinal, los horrores de la guerra y las mejillas sonrosadas de nuestra protagonista. No se la pierdan.

Por la tarde nos hemos acercado al Institut Français, donde se proyectaba Kuessipan (2019), de la realizadora canadiense Myriam Verrealt (West of Pluto, 2008) e interpretada por Brigitte Poupart (Los hambrientos, 2017) y las debutantes Étienne Galloy, Yamie Grégoire, Sharon Ishpatao Fontaine, Mike Innu Papu Mckenzie, y entre otros, Roselyn Fontaine.

No es un film que estemos acostumbrados a ver pero, sin duda alguna, es de un alto interés. La trama central de la película gira en torno a la relación de Mikuan (Sharon Ishpatao Fontaine) y Shaniss (Yamie Grégoire), dos chicas jóvenes (amigas desde la niñez) pertenecientes a una de las reservas Innu localizadas al Noroeste de Quebec. Ambas han sido criadas bajo los preceptos sociales de un pueblo tan arraigado a su cultura como lo es el de los Innu, de forma que las dos niñas crecen en el marco de una realidad sostenida por las ideas de permanencia a la comunidad y tradición. El día a día revela las condiciones que implica la vida dentro de una reserva que busca preservar el carácter minoritario de su gente. Sin embargo, aunque inseparables desde su infancia, ambas mujeres comienzan a desplazarse en sentidos opuestos. Todo cambiará cuando Mikuan se enamora de un hombre blanco y sueña con salir de la reserva.

Kuessipan pregunta al espectador cuáles son los límites reales de la reserva en que se hallan encerradas, y en qué se diferencia un refugio de una prisión.

En definitiva, una cinta bien filmada y con un extraordinario mensaje subliminal: pregunta al espectador cuáles son los límites reales de la reserva en que se hallan encerradas, y en qué se diferencia un refugio de una prisión.

No se la pierdan y, a riesgo de ponerme pesado, les repetiré que ambas películas las pueden ver a través de la plataforma Filmin. No hay excusas.