«Realizada con el rigor y ambientación de las producciones británicas, tiene mucho de adictiva, pues sabe dosificar la información y el desarrollo de la trama»
Line of Duty fue creada por Jed Mercurio (1966), veterano realizador inglés que ha trabajado en series y películas para la televisión desde 1994, aunque su primera serie la firmó bajo seudónimo, ya que en 1991 se había licenciado en medicina por la Universidad de Birmingham. Después de trabajar como doctor durante tres años, se alistó en la Royal Air Force con la idea de especializarse en medicina para las fuerzas aéreas. Fue entonces cuando vio un anuncio de la BBC en la British Medical Journal: buscaban alguien con conocimientos de medicina para una serie de televisión. Así es como acabó realizando Cardiac Arrest (1994) con el seudónimo de John MacUre.
Parece que la experiencia le gustó, ya que ha realizado hasta el momento doce trabajos como guionista para la televisión, simultaneando las labores de director y productor de algunos capítulos. De esta curiosa manera, la medicina perdió un doctor y la ficción televisiva salió ganando. Como guionista de continuidad al frente de un equipo de cinco guionistas ha puesto en pie cuatro temporadas, aunque al parecer va a haber dos más. Cada temporada consta de cinco/seis episodios y está dedicada a un caso de investigación policial, al que le da un tratamiento de base documental como si estuviera basado en hechos reales.
Nos introduce en los vericuetos de los abusos policiales, los manejos de los políticos, pero también en las dificultades de demostrar la culpabilidad de alguien que ocupe puestos de responsabilidad.
El título se podría traducir por algo así como “En cumplimiento del deber”, no en vano en la primera temporada nos informan que un agente ha caído “Line Of Duty”. La serie se basa en el trabajo de Investigación de la Unidad de Policía Anticorrupción (AC12) de Londres, es decir una unidad de Asuntos Internos.
Sus integrantes son fundamentalmente tres: el detective Steve Arnott, interpretado por Martin Compston; la detective Kate Fleming, interpretada por Vicky McClure; y su Jefe, Ted Hastings, por Adrian Dunbar. Los personajes no son especialmente brillantes, sino más bien grises funcionarios que tratan de hacer su trabajo lo mejor posible. Nos habla de las dificultades que encuentran, y ése es precisamente uno de sus méritos. No estamos ante héroes que son capaces de hacer frente a grandes criminales, sino ciudadanos normales y corrientes que intentan cumplir lo mejor posible con su función policial contra la corrupción, cometiendo a veces errores y equivocaciones.
Las interpretaciones son solventes y el guión nos cuenta detalles de sus vidas no siempre ejemplares, y consigue desarrollar una intriga con gran ritmo, introduciéndonos en los vericuetos de los abusos policiales, los manejos de los jefes y de los políticos, pero también en las dificultades de demostrar la culpabilidad de alguien que ocupe puestos de responsabilidad en unidades dedicadas precisamente a la investigación criminal.
No estamos ante héroes que son capaces de hacer frente a grandes criminales, sino ciudadanos normales y corrientes que intentan cumplir con su función.
La primera temporada se centra en el detective sargento Steve Arnott, quien es transferido a la unidad AC-12, que se encuentra al mando del superintendente en jefe Ted Hastings, después de cometer un error durante una operación anti-terrorista. Poco después Arnott y la detective Kate Fleming, son asignados para investigar la presunta corrupción del famoso y popular detective inspector en jefe Tony Gates, quien acaba de ser premiado como «Oficial del Año»…
En ése mismo planteamiento se desarrolla la cuarta y hasta ahora última temporada y, probablemente, la mejor. Sigue la investigación sobre una joven negra y exitosa jefa de policía, magníficamente interpretada por Thandie Newton y las sospechas de corrupción que se ciernen sobre ella.
Realizada con el rigor y ambientación de las producciones británicas, tiene mucho de adictiva, pues sabe dosificar la información y el desarrollo de la trama, pudiéndose ver los seis episodios de la temporada de un tirón. Por momentos nos recuerda al clásico de la corrupción policial The Shield (2002-2008), pero trasplantada del salvaje Los Angeles a la “tranquila” Europa.
Reconocida varias veces en los Premios BAFTA TV, en el 2017 con la nominación a Mejor serie dramática, en 2016 con la nominación por el Mejor actor secundario en serie dramática (Mays) y en el 2014 con cuatro nominaciones, incluyendo nuevamente mejor serie dramática.
Line of Duty es una producción británica con la calidad esperada, que nos adentra en los oscuros mundos de la corrupción policial.
Sinopsis El detective sargento Steve Arnott es transferido a la unidad AC-12, la cual se encuentra bajo el cargo del superintendente en jefe Ted Hastings, luego de cometer un error durante una operación anti-terrorista.
País Reino Unido
Creación Jed Mercurio
Dirección Douglas Mackinnon, David Caffrey, Daniel Nettheim, Michael Keillor, John Strickland, Jed Mercurio
Guion Jed Mercurio
Música Carly Paradis
Fotografía Ruairi O’Brien
Reparto Vicky McClure, Adrian Dunbar, Martin Compston, Craig Parkinson, Keeley Hawes, Neil Morrissey, Thandie Newton, Mark Bonnar, Polly Walker
Género Serie – Thriller
Título original Line of Duty
Año 2012-actualidad
Después de leer la crítica solo nos queda buscar un finde para verla seguida.
Se nos había pasado esta serie. La tendremos en cuenta siguiendo tus recomendaciones. Gracias.
La mejor serie de los últimos años. Solo desilusiona un poco que no es basada en hechos reales.