El séptimo día del BCN Film Fest nos deja dos películas de resultado mediocre: Quisiera que alguien me esperara en algún lugar y Mi hermano persigue dinosaurios.
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Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, de Arnaud Viard: se deja ver con facilidad
Desde luego, hoy ha sido un día más tranquilo y, a estas alturas del festival, se agradece. En la Sección Oficial únicamente ha habido dos pases. El primero, a las 12,30, ha correspondido a Quisiera que alguien me esperara en algún lugar (2019), del realizador francés Arnaud Viard, e interpretada por Jean-Paul Rouve (C´est la vie, 2017; Lola y sus hermanos, 2018). Alice Taglioni (Reparar a los vivos, 2016; La última locura de Claire Darling, 2018). Aurore Clément, (Cegados por el sol, 2015; Barbara, 2017). Benjamin Lavernhe (Pastel de pera con lavanda, 2015; Jacques, 2016; C´est la vie, 2017). Camille Rowe (Cosas de la edad, 2017). Elsa Zylberstein (Sobre ruedas, 2018) y, entre otros, Sarah Adler (El repostero de Berlín, 2017).
El guion tiene todos los ingredientes para una buena comedia, pero no la han desarrollado adecuadamente.
Es un film coral que, sin ser nada del otro mundo, distrae y hace pasar un buen rato. En pocas palabras, no es para echar cohetes ni hacer un llamamiento para que vayan a verla. Nada de eso. Pasaran 90 minutos de entretenimiento y les arrancará alguna que otra sonrisa.
El guion, basado en una novela de Anna Gavalda, y escrito por Emmanuel Courcol, Vincent Dietschy, Thomas Lilti y el propio Arnaud Viard tampoco es una maravilla de la originalidad y, a menudo, carece de conexión con el público. En pocas palabras, las situaciones no están lo suficientemente trabajadas y la historia languidece. Dicho de otra forma: se le podría haber sacado mucho más jugo.
Es un film coral que, sin ser nada del otro mundo, distrae.
La cinta nos presenta a Aurora, una mujer que se prepara para celebrar su 70 cumpleaños acompañada por sus cuatro hijos, que se han reunido para la ocasión en su bonita casa familiar. Todos parecen disfrutar de una fecha tan señalada pero, en realidad, cada uno de ellos sueña con tener una nueva vida. Jean-Pierre, el mayor, ha adoptado el papel de jefe de la familia desde la muerte de su padre; Juliette espera tener su primer hijo a los 40 años y todavía aspira a ser escritora; Margaux es la artista radical de la familia y, Mathieu vive angustiado por seducir a Sarah.
Como ven, el guion tiene todos los ingredientes para una buena comedia, pero no la han desarrollado adecuadamente. Sin embargo, si quieren pasar un buen rato, la cinta se deja ver con facilidad.
Mi hermano persigue dinosaurios, de Stefano Cipani: buenas intenciones
Por la tarde, hemos asistido al visionado de Mi hermano persigue dinosaurios (2019), del director Stefano Cipani. El reparto cuenta con la presencia de Alessandro Gassman (Bendita ignorancia, 2017), Isabella Ragonese (Cuestión de Karma, 2017), Rossy de Palma (Los Rodríguez y el más allá, 2019) y el debutante Francesco Gheghi.
La cinta la podríamos enmarcar dentro de una comedia dramática sobre la discapacidad y, desgraciadamente, no está aprovechada.
Un film plagado de buenas intenciones aunque de mediocre resultado.
El guion nos cuenta la historia de Jack, de cuatro años de edad, que tiene dos hermanas. Una tarde, sus padres le cuentan que va a tener un hermanito y que va a ser muy especial. Jack está feliz: para él especial quiere decir superhéroe. Después de su nacimiento se da cuenta de que realmente es diferente a los demás, pero no tiene súper poderes. Un día descubre el significado de la palabra “Down”.
Un film plagado de buenas intenciones aunque de mediocre resultado.