Une intime conviction destaca en una sección oficial de menor calidad respecto a años anteriores.
Un servidor, que diariamente se encuentra y charla con los medios de prensa, ha llegado a la conclusión (tal vez errónea) que el BCN FILM FEST 2019 y, en lo que se refiere a la Sección Oficial, es bastante pobre y no posee la calidad a la que nos tenía acostumbrados. Como suele decirse ¡Algo ha ocurrido! No estamos diciendo que las cintas proyectadas en dicha sección sean malas, simplemente manifestamos y expresamos, que no están a la altura del Festival Internacional de Cine Barcelona. En años anteriores, la Sección Oficial, era de auténtico lujo ya fuera para el público o la prensa, y sintiéndolo mucho, este año no es así. Una lástima, aunque suponemos que el batacazo debía llegar antes o después. Mantener una calidad (y cualidad) como años anteriores, era verdaderamente imposible.
Hoy nos hemos preparado para ver tres cintas de la Sección Oficial. A las 10 h. se proyectaba, en la sala 4, Nacido Rey (Born a King, 2018) del director Agustí Villaronga que, tras su ópera prima Tras el cristal (1985), ya dejó claras cuales serían las constantes de su cine. Después llegarían obras tan aclamadas como El niño y la luna (1989), El mar (2000) y Pa Negre (2010), película por la que consiguió nueve premios Goya, y Incerta glòria (2017).
Interpretada por Ed Skrein (El blues de Beale Street, 2018), Hermione Corfield (Misión imposible: Nación secreta, 2015), Laurence Fox (La joven Jane Austen, 2007) y Lily Newmark (Juliet, desnuda, 2018) en los principales papeles, nos narra la historia de Faisal, el hijo menor del primer rey de Arabia Saudí, que llega a Londres con 14 años para reunirse con el monarca británico George V. Lo ha enviado su padre, el príncipe guerrero Abdulaziz bin Saúd, en un intento de llevar la paz a su país, sacudido por los conflictos internos posteriores a la I Guerra Mundial. Faisal es el primer miembro de la realeza saudí en visitar Gran Bretaña y deberá negociar con las figuras políticas más destacadas de su tiempo, como Lord Curzon y Winston Churchill.
En años anteriores, la Sección Oficial era de auténtico lujo, y sintiéndolo mucho, este año no es así.
Nacido Rey está bien filmada, con una buena fotografía a cargo de Josep M. Civit, adecuado vestuario, ambientación perfecta y, unas preciosas panorámicas. Hay algunos fallos de guion pero, en conjunto, el resultado es pasable.
A las 12,45, se daba paso a Une intime conviction (2018) de Antoine Raimbault que, después de una larga carrera como cortometrajista, que incluye piezas de gran éxito como 24/24 o Good Dog, en 2018 debuta por partida doble; primero como guionista de la película La finale (ganadora del Gran Premio en el Festival de Cine de Comedia de Alpe d´ Huez) y después de la película que nos ocupa. El guion es sólido, basado en hechos reales, escrito por el mismo Raimbault en colaboración con Isabelle Lazard y nos cuenta la historia de Nora, una mujer que, desde que asistió al juicio de Jacques Viguier, acusado del asesinato de su esposa, está convencida de su inocencia. Por temor a un error judicial, ella convence a un letrado para que lo defienda en su segundo juicio, en apelación. Juntos lucharán en una feroz batalla contra la injusticia. Pero a medida que el círculo se cierra alrededor de Virguier, al que todos acusan, la búsqueda de la verdad de Nora se convierte en una obsesión.
La cinta está perfectamente interpretada, en sus principales papeles, por Marina Foïs (Taller de escritura, 2017) y Olivier Goumet (El joven Karl Marx, 2017). Aunque hay una gran diferencia entre los juicios franceses y estadounidenses y, parece que los primeros sean menos cinematográficos, Raimbault merece tanto crédito por convertir su debut en un drama de primera categoría. La aconsejamos.
Por la tarde hemos asistido al visionado del film Hotel Mumbai del realizador australiano Anthony Maras. Es una de esas películas en la que te dan una paletada de cal y otra de arena. Por ejemplo: es cierto que, como debut, es un logro formidable; que los hilos narrativos convergen a medida que avanza, sacando partido a los excelentes espacios creados por el equipo de producción. Pero, por otro lado, reduce la importancia real de los sucesos de una sangrienta y cruel matanza a uno de esos thrillers genéricos que puedes ver comiendo palomitas. Además, los personajes no destacan en la pantalla y, sin embargo, es una película sutil.
El guion nos sitúa en Bombay, concretamente, en el año 2008. Un comando de terroristas armados asalta a sangre y fuego el Taj Mahal Palace, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. El ataque forma parte de una cadena de atentados simultáneos en diferentes puntos de la capital que desatan 60 horas de terror y caos. Casi doscientas personas caen asesinadas y otras muchas son tomadas como rehenes. Un grupo de trabajadores y huéspedes del hotel tratarán de sobrevivir a la violencia terrorista y, para conseguirlo, necesitarán todo el coraje que sean capaces de reunir.
Luego, la mayoría de la prensa se ha marchado a su casa, pero a las puertas del cine Verdi había un gran bullicio de gente consultando la cartelera y comprando entradas. Y es que las proyecciones continúan hasta las 24 h. Fíjense las películas que se debían de proyectar: Leonardo V Centenario (Francesco Invernizzi, 2019) y coloquio (no rueda de prensa ni entrevista) con el mismo director; en Zona Oberta un documental titulado Varda by Agnès Agnès Varda, 2019).
Destinado al público había una nueva proyección de La importancia de llamarse Oscar Wilde y luego, un coloquio con el actor y director Rupert Everett; más tarde y en la sección Femení Plural, El Nou Cinema Italià se proyectaba Fiore gemello (Laura Luchetti, 2018) y, en la Sección Cinema amb Gràcia estaba preparado el pase del film La biblioteca de los libros rechazados (Rémi Bezançon, 2019) y mucho más. Por cierto, se espera la llegada de Jeremy Irons y todo su equipo para la presentación de Pintores y Reyes del Prado (Valeria Parisi, 2019).